El drama de la economía argentina. Ha experimentado 15 recesiones desde 1950. El Banco Mundial dice que es la que estuvo más tiempo en recesión en el mundo después del Congo. Esto implica que el país pasó el 32% del tiempo en recesión o uno de cada tres años. En promedio la economía creció tan solo 2,7%, muy por debajo del promedio de la región
Argentina es el único país que llegó a la “trampa de ingreso medio” desde un nivel de riqueza y no desde abajo, con un deterioro tendencial de su posición relativa en el mundo que ya lleva casi un siglo, y especialmente desde mediados de los 70.
Qué es la “trampa de ingresos medios”. Es un fenómeno que afecta a las países que alguna vez exhibieron un rápido crecimiento, pero que se estancan y no logran alcanzar el desarrollo de los países de altos ingresos. Argentina partió de ingresos altos y cayó a ser una economía de ingresos medios, donde lleva décadas estancada.
El diagnóstico. En la Argentina hay un consenso académico y político de que nuestra experiencia histórica es una de cortoplacismo, conflictividad e incertidumbre. Gran parte de los actores saben que las causas profundas de los ciclos están en la prevalencia de incentivos sectoriales cortoplacistas y que los mismos comportamientos se vuelven a repetir.
Ahora llegará un nuevo gobierno, liderado por Alberto Fernández, con la promesa de sacarnos de la crisis y llevarnos al desarrollo aplicando políticas diametralmente opuestas a las que implementó Mauricio Macri y con el peligro de que nuestra historia se vuelva a repetir.
El diálogo como cimientos para una solución. La semana pasada, en un seminario organizado por la UCA y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hubo consenso en que la receta para salir de esa “trampa circular” y para que la economía comience a generar buenos empleos, comienza por lograr acuerdos que perduren en el tiempo, más allá de un gobierno, y con compromisos de largo plazo.
Rubén Mercado, economista senior del PNUD Argentina, presentó un informe en que señala que una de las condiciones para alterar la economía política del país pasa por superar la pendularidad de las políticas públicas y el comportamiento cortoplacista de los políticos.
Tipos de políticas económicas pendulares:
- Orientadas al cierre de la economía y la expansión del consumo en desmedro de la inversión y las exportaciones, que terminan en crisis cuando empeoran los términos del intercambio externo
- Políticas de apertura económica indiscriminada con preponderancia de la desregulación financiera y cambiaria que terminan en crisis por “sudden stop” del ingreso de capitales especulativos. Es decir, una interrupción abrupta en el flujo de capitales que ingresa a un país o de una contracción en el mercado de crédito.
Características del comportamiento de los principales actores
Cortoplacismo:
- Comportamiento orientado a la captura de rentas sectoriales de corto plazo. Formación de alianzas temporarias en frentes corporativos intersectoriales, y poca propensión a la negociación global en función de metas de largo plazo. Capacidad de “veto” a los proyectos económico-sociales de otros sectores, aunque con límites para imponer uno propio.
Conflicto en la distribución de recursos:
- Los conflictos distributivos de los recursos económicos no son en general directos entre sectores, sino en torno a los grandes precios relativos de la economía que dependen del Estado. Se trata de quién obtiene qué, cómo y cuándo de acuerdo a relaciones coyunturales de fuerza y acción colectiva para incidir en las políticas estatales de tipo de cambio, tasa de interés, impuestos y subsidios, y nivel general de salarios.
Estado “internalizador”:
- Las políticas públicas internalizan estos conflictos, validándolos cambiariamente (tipo de cambio bajo o alto), fiscalmente (déficit fiscal) y monetariamente (inflación).
Inestabilidad e incertidumbre:
- Ello conduce a la inestabilidad normativa, ésta a un alto nivel general de incertidumbre y éste al cortoplacismo. Vuelta al punto de partida.
La advertencia del informe del economista del PNUD. Alerta que si no se encuentra una salida, es posible que la cuarta revolución industrial y la nueva geopolítica internacional no hagan más que agravar la decadencia relativa y la inestabilidad cíclica de la economía argentina. ¿Cuáles serían las alternativas para romper con esa dinámica? Es la discusión que tiene que tener la sociedad y de manera urgente, dice Mercado.
Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, sostuvo que la solución pasa por comenzar a hacer políticas públicas de una forma diferente, “en donde la pregunta relevante es cómo hacer para que con cada intervención orientada al crecimiento logren más los que menos tienen”. Y agregó que “es necesario crecer, pero el crecimiento económico no es suficiente y por sí solo no derrama desarrollo”.