Con unas 20 fotos de mujeres de los pueblos Mapuche, Tehuelche y Káwuesqar que vivieron y murieron en un Museo de La Plata, que exhibió sus esqueletos e imágenes durante casi 100 años, se busca visibilizar sus historias, al celebrarse el Día Internacional de la Mujer Originaria.
Se trata de la muestra denominada "Prisioneras de la Ciencia. Restituciones, memorias y territorios" compuesta por fotografías del archivo de resguardo del Colectivo Guías (Grupo Universitario de Investigación en Antropología social), quienes rescataron las fotos de estas mujeres.
La muestra podrá recorrerse hasta el próximo 20 de septiembre en la Casa Abierta La Plata, ubicada en las calles 43 entre 7 y 8, en el marco de una actividad organizada por la asociación Abogados por la Justicia Social (Ajus).
La ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz , estuvo presente en la apertura de la muestra.
Las fotos expuestas son del grupo de prisioneras de los pueblos Mapuche, Tehuelche y Káwuesqar que llegó al Museo de La Plata con el longko Inakayal en 1885 donde sufrieron el cautiverio y muerte en dicha institución. Son fotografías de la mujer del longko LLankeneú "Ana" Inakayal, su sobrina Tropachúm "Margarita" Foyel y una mujer del pueblo Káweqar llamada Eulltyalma o "Tafa".
Con sus miradas serenas de ojos oscuros, sus cabellos largos y vestimentas tejidas, las mujeres originarias interpelan al visitante desde las fotografías, lo obligan a detener su marcha para apreciar esa belleza ancestral e indagar en su historia de esclavitud y resistencia bajo el poder de la ciencia, que las tomó como objetos de estudio y maltrató hasta sus muertes.
El antropólogo del Colectivo GUIAS, quien coordina el área de restituciones del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Fernando Miguel Pepe, uno de los organizadores de la muestra, explicó que "estamos muy orgullosos de presentar, en este día tan especial, esta muestra ya con los nombres originarios de las prisioneras de la ciencia. Hasta hace muy poco no teníamos registro del nombre originario de Margarita Foyel ni de la esposa del longko Inakayal, de quién tampoco figuraba el nombre impuesto al ser bautizadas luego de su captura en 1884".
"Ahora sabemos que Margarita se llamaba Tropachúm, y que a la esposa del longko la bautizaron como Ana y su nombre originario es LLankeneú. Nos llevó años encontrar estos registros pero al final triunfó la ética", celebró.
Afirmó que "estamos contentos también por este nuevo espacio de visibilización que abren las compañeras y compañeros de Casa Abierta en La Plata. Un lujo que la inaugure la ministra de la Mujer, Estela Díaz, así que es un festejo por partida doble muy necesarios en estos tiempos donde las comunidades están siendo amenazadas ante un cambio de gobierno y sus derechos puestos en cuestión".
Por su parte, Leticia Zabala, presidenta de Ajus, destacó que "hoy es un día de Memoria y de lucha, y en esta lucha es fundamental la restitución de los cuerpos que fueron exhibidos como objetos, sus cuerpos, sus territorios".
Karina Oldani, del Colectivo Guias, consideró que la muestra "es una reivindicación de las mujeres originarias. Son fotos de fines del siglo XIX tomadas en el Museo de la La Plata".
"Esas mujeres estaban prisioneras, eran vejadas, violentadas y como sus hijas, hijos y compañeros estaban prisioneras de la ciencia que las y los tenían como insumos para justificar la dominación y quita de territorios", remarcó.
Invitó a la comunidad a recorrer la muestra "para enterarse de este tema, para saber que el Museo de La Plata, una institución de prestigio tiene esta historia que fue sacada a la luz hace poco tiempo. Es necesario que se conozca la historia de los pueblos originarios".
Fuente: Télam.