La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires (CMCBA) y la Asociación de Periodistas Agroalimentarios (La Porteña) celebraron el Día Mundial de la Alimentación, el año internacional del Mijo y los 20 años de la representación de FAO en el país.
Si bien la Argentina es miembro de la FAO desde sus inicios en 1945, solamente hace 20 años tiene propia oficina en el país. María Laura Escuder, oficial de Programas de la FAO en Argentina, afirmó: "Este año el lema de la organización gira en torno al agua y su uso razonable del agua. A su vez incorporamos el mijo, que es un producto altamente nutritivo y con poca utilización del recurso agua".
Durante estos 20 años, la FAO prestó colaboración técnica al Gobierno en tres grandes áreas: sistemas agroalimentarios, desarrollo rural sostenible y ambiente y recursos naturales. "Esperamos continuar en este camino para lograr las cuatro mejoras que propone nuestro Marco Estratégico 2022-2031: mejor producción, mejor nutrición, mejor medioambiente y mejor vida, sin dejar a nadie atrás", agregó.
Ariel Pereda, director nacional del INTA, inauguró el evento y remarcó: "La idea es empezar a tener un diálogo más frecuente con ustedes porque una de las obligaciones que tenemos como institución es que quede claro el impacto que producimos en la sociedad. Buscamos alternativas para el mejor uso y cuidado de nuestra tierra, nuestros recursos y nuestros animales".
En el evento se enfatizó en los beneficios que trae la cosecha de mijo en nuestro país. Andrea Lauric, ingeniera agrónoma de la Agencia de Extensión INTA Bahía Blanca, habló acerca de las características productivas de este cereal originario de África. "El cultivo puede ser perenne, utilizado para la ganadería, ya que es una buena fuente de forraje de calidad; y el anual, es fuente de alimento tanto para humanos como animales. Ambos se ajustan a ambiente semiáridos como los que encuentran en el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Por eso desde el INTA promovemos este tipo de cultivos y tratamos de armar una cadena forrajera para que el productor lo utilice con menores riesgos", cuenta Lauric. La ingeniera comenta el que consumo de mijo ha resurgido porque al no tener gluten es una opción apta para personas celíacas. Sin embargo, como los productores cosechan a su vez trigo y cebada puede haber contaminación cruzada.
Asimismo, se compartió una receta elaborada a base de mijo hecha por la cocinera Margarita Hollman:
Gabriel Quaizel, presidente de La Porteña señaló que los periodistas del rubro agroalimentario toman a la FAO como una fuente confiable de datos y estadísticas sobre temas agrícolas y alimentarios. “A la vez tenemos la responsabilidad de hablar desde la educación, pensando `desde la heladera hacia atrás´, para informar al consumidor acerca de dónde vienen los alimentos y así impulsar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola”.
Elizabeth Kleiman, responsable del área de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles (SAS) de la FAO en Argentina, mencionó el apoyo técnico brindado al Ministerio de Salud de la Nación en la actualización de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA). "Hoy es un día de llamado a la conciencia. Los altos índices de sobrepeso en los menores de edad evidencian un mal relacionamiento entre la alimentación y el consumo alimentario, y cómo eso incide en la calidad de vida. Si no se toman las medidas necesarias a tiempo, esta población va a permanecer en estos índices, y eso va a inferir en la productividad y en su salud", afirmó Kleiman.
También se refirió a la colaboración ofrecida al Gobierno para prevenir y reducir las Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA), a través de diversas guías de gestión, y de recomendaciones de políticas públicas, tanto para Pymes y Municipios como para Mercados Mayoristas Frutihortícolas.
Marisol Troya, gerenta de Control de Calidad y Transparencia del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), cerró el encuentro refiriéndose al programa de Reducción de Pérdidas y Desperdicios y Valorización de Residuos (PRP).
“La recuperación de más de 15.000 raciones diarias de frutas y verduras, la entrega de productos para más de 450 comedores sociales y el mejoramiento de la dieta de sus empleados, contribuye a la seguridad alimentaria de la población del mercado, así como también a diversas comunidades de la zona”, enumeró Troya.
Durante los últimos años, el CMCBA ha trabajado en la mejora de sus protocolos y la FAO le ha brindado cooperación técnica para sistematizar la experiencia de modernización de su establecimiento, considerando aspectos como trabajo digno, gestión de pérdida de alimentos y promoción de entornos saludables.