“Yo vivía en San Martín de Porres (provincia de Tucumán) y tenía un vecino llamado Benjamín (era el más chico de ocho hermanos) que tenía síndrome de Down. Por aquel entonces, él no trabajaba. Lo invitamos a sumarse a la empresa y ahí comenzó todo este camino”, recuerda José Ramón, director de Mipol. Aquello ocurrió hace dos décadas. Hoy, su empresa cuenta con 11 personas con discapacidad intelectual y visual en su equipo de trabajo.
Para esto, Mipol trabaja junto a una terapista ocupacional. Su función es orientar y evaluar a cada empleado/a para ubicarlo/a en un puesto de trabajo en el cual pueda cumplir una tarea eficiente más allá de su discapacidad. “Mi rol principal es organizar y adaptar las tareas en el puesto de trabajo correspondiente. Para esto fue necesario estudiar las características, necesidades, habilidades y capacidades de cada uno de ellos en torno al proceso productivo”, cuenta María del Rosario Guerra, terapista ocupacional de Mipol. Y agrega: “También hay que darle importancia a la construcción del vínculo, el pilar fundamental para llevar a cabo cualquier intervención”.
“Por otro lado, tenemos un empleado que trabaja en el Área de Logística y, entre otras cosas, está encargado de asistir permanentemente al personal con discapacidad. Así vamos buscando el lugar para cada uno de ellos, con la intención de que se sientan útiles”, agrega Ramón, que tiene 62 años.
“Estoy encargado de la logística de todo el abastecimiento. Soy responsable de todo el depósito y ahí trabajan la mayoría de los chicos con discapacidad. Organizo sus actividades, pero, sobre todo, soy su figura de autoridad en el sector”, explica Marcelo Matías, supervisor de Logística.
Las adaptaciones, una de las claves
A la hora de contratar personas con discapacidad, la empresa aplica y provee distintos apoyos y adaptaciones. “Cada uno de los chicos tiene diversas tareas asignadas, ya sea trabajar en el envasado del agua, etiquetado de bidones, traslado de bidones, armado de cajas para los repuestos, pegar códigos de barras, armar ordenes de compras, entre otras. Es necesario realizar algunas adaptaciones para que logren desempeñarse de forma independiente en sus puestos de trabajo, como por ejemplo: organizar el lugar de trabajo, estructurar cada tarea a realizar y su duración, secuenciar los pasos a seguir, incorporar apoyos visuales”, explica Guerra.
Por ejemplo, cuenta la terapista ocupacional, Alejandro y Matías (empleados con discapacidad intelectual) son los encargados de envasar el agua, para lo cual previamente debieron establecer meticulosamente el proceso (crearon un circuito de trabajo), lo que facilita su desempeño. En primer lugar, etiquetan una tanda de bidones para luego comenzar a llenarlos con agua. Mientras Alejandro los llena, Matías los espera listo con tapa en mano y los acomoda en tarimas uno al lado del otro. Siempre antes de comenzar acomodan y reorganizan su lugar de trabajo (mesadas con etiquetas y sector de bidones). Luego repiten el proceso hasta la hora del recreo, donde descansan 20 minutos, para continuar hasta el horario de salida.
La importancia de asesorarse
“Al principio contratábamos por conocidos, pero en el último tiempo comenzamos a trabajar con organizaciones que trabajan por la inclusión laboral y preparan a personas con discapacidad para determinados puestos. Entonces, se hace un trabajo de capacitación para que el empleado que entra cumpla con el rol que necesitamos”, explica el director de Mipol.
En total, a lo largo de su historia, la empresa tucumana ha empleado a 14 personas con discapacidad. Hoy en día, son ocho trabajadores/as en el centro logístico y otros/as tres en la casa central, ambos lugares ubicados en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Y aspira a que este número crezca hasta contar con dos personas con discapacidad por cada sucursal. “Recientemente seleccionamos a la persona número 11 para que se sume a nuestra empresa”, cuenta Ramón feliz.
“Nosotros en ningún momento hemos tenido prejuicios desde la empresa, tratamos de trabajar fuertemente en la cultura de la inclusión. Lo primero que hicimos fue concientizar sobre discapacidad (por ejemplo: cómo referirse a las personas con discapacidad, como poder crear un vínculo o cómo poder ayudarlas) a los empleados de la empresa a través de profesionales para que puedan interactuar con sus compañeros con discapacidad y viceversa”, explica Marcelo Matías. Y comenta que trabajan en proyectos para asesorar a otros emprendimientos que deseen incluir a empleados/as con discapacidad. “Hemos recibido consultas de empresas de todo el país preguntándonos cómo crear grupos laborales inclusivos”, acota Ramón.
Impacto
El empresario cuenta que la contratación de personas con discapacidad también ayudó a derribar prejuicios entre los clientes, con quienes interactúan ahora con naturalidad. "Yo creo que contar con un plantel diverso no solo humaniza a la empresa, sino que también humaniza a nuestros clientes”. Y dice que el resultado puertas adentro es que hay “un ambiente laboral muy lindo”.
“La convivencia laboral es muy buena. Y buscamos transmitir esto porque en general la sociedad tiene muchos prejuicios. Pero incluir a personas con discapacidad a un grupo de trabajo no genera inconvenientes”, agrega el supervisor de Logística.
En esta línea, vecinos/as, organizaciones e incluso periodistas se acercaron a las instalaciones de la empresa para observar el trabajo de inclusión laboral que Mipol lleva adelante.
Guerra coincide en que el trabajar junto a personas con discapacidad es una experiencia enriquecedora. “Es un aprendizaje constante y un desafío en lo personal. Agradezco a Dios por haberme puesto en este camino, porque ver la actitud que le ponen te hace mirar la vida de otra manera”.
En este sentido, Ramón recomienda a otros colegas contratar a personas con discapacidad. Y concluye enfatizando que, como ocurriría con cualquier empleado, la clave pasa por ponerle actitud a la relación: “Si no se le pone amor, estamos en el horno”.
@peperamon.ramonazo ♬ sonido original - Pepe Ramón
En busca de concientizar
José Ramón hace visible en las redes sociales el trabajo de inclusión laboral que lleva adelante en su empresa. En TikTok comparte videos presentando a sus empleados/as y mostrando cómo es el ambiente de trabajo. Actualmente tiene 180.6 seguidores.
“Esto se dio de casualidad, me aconsejaron crear una cuenta de TikTok, publiqué el primer video y la repercusión que tuvo fue inmensa”, relata orgulloso.
A partir de los buenos comentarios que recibió por la perspectiva de inclusión laboral de su empresa y por los mensajes viralizados en TikTok, Ramón y un grupo de amigos fundaron hace cinco años la ONG Juntarnos, independiente de Mipol y que se aboca a ayudar a hospitales y organizaciones que trabajan con personas con discapacidad.
Juntarnos realiza todos los años un evento solidario para recaudar fondos para distintas instituciones que trabajan con la discapacidad, la inclusión y la integración. Entre ellas se encuentra la Asociación Protectora al Paralítico Cerebral de la provincia de Tucumán; la Fundación ANIA, que ayuda a niños con autismo, y Down is Up, una asociación civil de padres y madres con hijos con síndrome de Down.
Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.