Muchos profesionales están incursionando en la idea de ser anfitriones de un evento. Después de todo, hay claros beneficios si uno se hace conocido por facilitar vínculos entre los invitados. He sido anfitriona de casi 80 comidas para hacer conexiones. Sin embargo, muchas veces los obstáculos tienen que ver con los pequeños detalles: ¿Dónde debería realizar el evento? ¿Quién lo paga? ¿Cómo se pueden evitar los silencios incómodos? He aquí cuatro consejos para asegurar que su reunión sea un éxito.
Decida dónde realizar su evento. Si usted es un buen cocinero, quizá lo entusiasme la idea de invitar personas a su casa. De hecho, muchas veces, se puede tener una experiencia más íntima. Sin embargo, la logística puede ser difícil. Considere contratar un chef o al menos reclute meseros, de forma que verdaderamente tenga tiempo para socializar con sus invitados. Yo realizo todos mis eventos en un restaurante. Consejo de profesional: Haga sus eventos al inicio de la semana laboral, para evitar que el lugar esté lleno y sea muy ruidoso.
Determine cómo manejar los pagos. Si comerán fuera de casa, lo ideal es que el anfitrión pague la comida de todos, pero si realiza reuniones con frecuencia, esto puede volverse muy costoso. Por otra parte, es una pesadilla logística dividir la cuenta de acuerdo con lo que pidió cada uno. En algunas ciudades, puede ser complicado encontrar restaurantes que acepten hacer cuentas separadas para un grupo grande de comensales, pero es mi opción favorita. Dejo que mis invitados sepan de antemano que cada quien pagará lo suyo, y que el restaurante lo facilita brindando cuentas separadas. Esta opción le parece justa a la mayoría de las personas.
Comparta de antemano la lista de invitados. Algunas comidas de red parten de la idea de que no se debería hablar de trabajo. Esta es una filosofía válida, pero creo que para muchos de nosotros es una parte central de nuestra identidad. Además, como introvertida, me gusta saber quién estará en un grupo, de forma que pueda pensar de qué hablar con ellos.
Para ello, le envío a los asistentes un correo electrónico para recordarles el evento con una semana de anticipación, incluyendo enlaces a los sitios web o perfiles de LinkedIn de todos los participantes. Eso les permite conectarse después de la comida y –si así lo eligen- investigar previamente a sus compañeros de reunión.
Dirija la conversación. El trabajo de un anfitrión no termina cuando la comida comienza. Después de que todos se han ordenado, interrumpo las conversaciones y hago que los invitados compartan sus nombres, en dónde viven y alguna información profesional básica. Después hago una pregunta extra, que puede descubrir intereses comunes entre ellos.
Ser anfitrión de eventos de red puede ser gratificante, tanto personal como profesionalmente. Al seguir estas estrategias, puede asegurarse de que sus eventos sean un éxito y los participantes estén ávidos de ser invitados al siguiente.
Dorie Clark es autora de "Entrepreneurial You."
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