El fútbol profesional es terreno de hombres. O al menos, eso es lo que indican los datos.
La mitad de las jugadoras profesionales de fútbol alrededor del mundo no reciben ningún salario por salir a la cancha. Por eso, el 46% de estas mujeres combinan sus carreras de fútbol profesional con estudios, y el 30% con otros trabajos. La falta de remuneración, el poco apoyo de clubes y asociaciones de fútbol, y la discriminación de género son algunos de los factores que llevan a que el 90% de las jugadoras profesionales consideren dejar de jugar a una temprana edad.
Estos datos surgen de un estudio de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFpro) y son algunos de los muchos indicadores que apuntan al hecho de que, a pesar de que cada vez haya más mujeres jugando al fútbol, el deporte sigue siendo fundamentalmente masculino.
En Argentina, la situación no es distinta y este año, en el marco de un creciente movimiento mundial por la igualdad de género, varios clubes de fútbol están tomando medidas históricas para empoderar a las mujeres en el deporte.
Clubes que buscan un cambio
“Hace casi una década que en Argentina tenemos una ley de violencia de género, pero el fútbol está muy atrasado en el rubro igualdad de género”, dice Lucía Cirmi Obón, docente y economista especializada en género, haciendo referencia a las recientes denuncias de abuso sexual en clubes de fútbol y el polémico manual de la Asociación de Fútbol Argentina (AFA) que explicaba “cómo seducir mujeres” rusas.
“Siempre hubo un entendimiento implícito de que, en temas de género, el fútbol podía seguir girando en su propio mundo, pero la verdad es que ya no es así”.
En abril de este año, Obón formó parte del equipo que lanzó el Área de Violencia de Género en el Club Atlético Vélez Sarsfield, la primera iniciativa de este tipo en el país.
En la presentación institucional del área, el club indica que “resulta indispensable que las mujeres tengan un lugar activo y no ‘en las tribunas de las damas’, como solía suceder y sigue sucediendo en la actualidad. Erradicar la violencia contra las mujeres y disidencias sexuales debe ser un horizonte claro en todos los ámbitos de la sociedad y esta lucha debe tener especial ahínco en aquellos ámbitos donde las desigualdades y las violencias son mayores como en el deporte”.
Como parte de la iniciativa, Vélez lanzó una línea telefónica a través de la cual mujeres asociadas al club (jugadoras, empleadas, socias) pueden hacer denuncias de casos de violencia de género y recibir atención directa por parte de especialistas.
Paralelamente, el club está organizando talleres de género con las distintas áreas de la organización.
“Con los talleres buscamos deconstruir los distintos estereotipos de género que existen, ya sea en la cancha o en la institución del club. Generamos debates sobre las desigualdades que existen y cómo sacudir todas las áreas para generar más igualdad”, cuenta Obón.
El mismo mes que Vélez anunció la creación de su área de violencia de género, Matías Lammens, presidente del Club Atlético San Lorenzo de Almagro anunció que el Ciclón estaría implementando un cupo de género en su Comisión Directiva. El anuncio ocurrió en el marco del Mundial de la Igualdad, una iniciativa que busca visibilizar las desigualdades de género en el fútbol, de la cual también es parte RED/ACCIÓN.
“El deporte en general, y el fútbol en especial, está muy atrasado y tiene una gran deuda. Hay cuestiones culturales y situaciones de privilegio que tenemos que revisar y cambiar. Un club de fútbol es un ámbito históricamente masculino, y hay una demanda para que las mujeres tengan más lugar”, dice Lammens.
“En San Lorenzo, por ejemplo, somos casi 70 mil socios y tenemos el 18% de mujeres en el padrón. Pero hoy no hay ninguna mujer en Comisión Directiva. Me parece que esa reforma puede ser un buen comienzo para un club que pretende estar a la vanguardia en este tipo de cosas".
Las iniciativas de Vélez y San Lorenzo siguen los pasos de algunos clubes pioneros en el tema como el Club Atlético Huracán, que en el 2011 creó una Subcomisión de la Mujer y en el 2014 incorporó a Valeria Fernández como la primera mujer en su Comisión Directiva.
“La subcomisión encabeza campañas en las que se busca quitar el estigma de que el fútbol es solo de hombres y no de mujeres. Participamos de campañas como La Voz Femenina del Estadio, una iniciativa para incorporar a más mujeres locutoras. Y también tenemos acciones para luchar contra los femicidios que se pasan en nuestro país”, explica Fernández.
Un movimiento mundial
Las iniciativas que están tomando estos clubes argentinos se enmarcan en un movimiento mundial para promover el fútbol femenino y achicar las desigualdades de género dentro de las distintas áreas del fútbol.
En 2016, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) anunció que a partir de 2019, los clubes que soliciten participar de torneos regionales como la Copa Libertadores y la Sudamericana deberán tener un equipo de fútbol femenino y que deben “proveer de soporte técnico y toda la equipamiento e infraestructura necesarias para el desarrollo de los equipos en condiciones adecuadas”.
Asimismo, en los últimos años, la FIFA ha creado el Programa de Desarrollo de Liderazgo Femenino, que busca crear más oportunidades de liderazgo para las mujeres en el fútbol, y el Programa de Desarrollo de Fútbol Femenino, que ofrece apoyo como entrenamientos, equipamiento y recursos económicos a asociaciones de fútbol femenino alrededor del mundo.
En el 2016, Fatma Samoura fue elegida como la primera secretaria general mujer de la FIFA. En una entrevista con la revista Forbes, Samoura destacó la importancia de incluir a más mujeres en el liderazgo de la organización: “Tener a más mujeres hace que nuestras estrategias sean más inclusivas. Antes no teníamos ningún punto de referencia sobre el fútbol femenino. Ahora tenemos un objetivo muy preciso, que es llegar a que hayan 60 millones de mujeres registradas como jugadoras para 2026”.
Desafíos que persisten
A pesar de los avances que están teniendo lugar tanto a nivel nacional como internacional, profesionales del fútbol femenino y expertas en el tema concuerdan que quedan importantes desafíos por delante.
“Se necesita una política pública para eliminar el sexismo desde la educación física en la escuela, que es donde se generan los primeros estereotipos de género en torno al deporte”, dice María José Lubertino, profesora y ex diputada nacional. “Además hay que promover la equidad de género en los clubes de barrio, que es donde muchas chicas tienen mejor acceso al deporte. Por último, las federaciones y el gobierno deben trabajar para que haya equiparación en becas deportivas y premios de competencias”.
Para muchas mujeres, la Copa Mundial brinda el contexto ideal para poder hablar de estos temas y generar mayor conciencia sobre las desigualdades de género en el fútbol.
“Cada cuatro años, el país para por el mundial. Pero está completamente acaparado por hombres, y nosotras estamos al margen, jugando en la canchita”, dice Cirmi Obón, del equipo de género de Vélez. “Está bueno que haya un mensaje desde los distintos clubes e instituciones de que esto tiene que cambiar. Hay que sacudir estas estructuras tradicionales. Podemos hacer historia”.