Quizás una de las obras de arte que más podría sorprendernos encontrar en un museo sean las fotografías… tomadas por alguien ciego. Bueno, eso es precisamente lo que se exhibe desde hace algunas semanas en el Museo Tifológico de la fundación ONCE, ubicado en Madrid. En este lugar (destinado a acercar el arte a personas con discapacidad visual) tiene lugar la muestra Mucho por ver, del fotógrafo aficionado J.M. Magano.
Tomar fotos es la pasión de Magano desde que era un niño. Y no la abandonó incluso después de 2019, cuando su pérdida de visión por miopía magna, que hasta entonces era paulatina, se intensificó y lo dejó con un resto visual mínimo (a tal punto que habla de su “ceguera”).
“Me di cuenta de que con el bagaje que tenía, podía hacer fotografías hasta con los ojos cerrados, así que ¿por qué no seguir haciéndolas con mi nueva visión?”, contó en una entrevista con el blog Capaces, del medio español 20 Minutos. “Desde entonces lo que hago son fotografías de mis recuerdos, de sitios que yo ya conocía, sitios que están en mi memoria, así que son fotografías desde mi interior… Voy a sitios en los que ya he estado y hago la fotografía del sitio que yo tenía en mi memoria, y lo fotografío como más o menos lo veo ahora. Todas las fotos están hechas con proceso antiguos, los clásicos, los inicios de la fotografía… que es lo que a mí me gusta”, agregó.
Según se explica en el sitio web de la Fundación ONCE, su técnica es la denominada calitipia, un proceso fotográfico de mediados del XIX en el que intervienen dos químicos, oxalato de hierro y nitrato de plata, de cuya mezcla surge el revelado.
“Yo llevo muchos años escuchando a muchos críticos decir que lo importante es la imagen final, da igual el camino y como llegues, que no importa la técnica, sino la imagen final, pero esta exposición es la prueba de que eso es mentira”, argumentó. Estas son algunas de las fotos que forman parte de la muestra:
La exposición completa se puede visitar en forma virtual acá.
"Ahora no me preocupa tanto el foco; ahora me interesan más otras cosas, generar sensaciones", definió. “Yo llevo mi cámara siempre y si tengo una sensación y me apetece hacer la foto, saco mi cámara, apunto hacia donde creo que hay foto y disparo. No voy a dejar de disparar porque no vea”.
Incluso, el fotógrafo expresó: “A mí la ceguera no me ha quitado nada. No siempre vemos con los ojos. Los ojos son una herramienta para ver, pero no son la herramienta con la que realmente miramos, miramos mucho con el corazón”.
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