El trabajo remoto es la modalidad preferida de muchas personas y no siempre implica sentimientos de soledad. Tenemos que admitir que poder asistir a una reunión en pantuflas y no tener que atragantarte con tu café para llegar a tiempo es, para algunos, una enorme ventaja. Para muchas empresas, este tipo de contratación también resulta conveniente, por lo que en los últimos tiempos no para de crecer — proceso que, sabemos, se aceleró exponencialmente por la pandemia—.
Pero estos cambios generalizados no son todo color de rosas. Tanto en el trabajo remoto como en el presencial, puede que la pandemia y todo el tiempo aislados hayan dejado huellas en cómo interactuamos y socializamos. De acuerdo con una reciente investigación de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, Estados Unidos), tres de cada cinco personas se sienten solas en su entorno laboral y desconectadas de sus colegas.
De esos trabajadores que reportaron sentimientos de soledad, uno de cada diez admitió que su desempeño empeora debido a ese estado de ánimo. Además, la investigación encontró que los trabajadores que se sienten solos piensan con el doble de frecuencia en renunciar. "Aunque no sea un problema completamente nuevo, algunos cambios de las últimas décadas definitivamente lo agravaron. Por ejemplo, aunque la tecnología favorece la eficiencia, elimina las interacciones cara a cara y disminuye el contacto humano", comenta Cristina Newhill, profesora y directora del programa de doctorado de la Escuela de Trabajo Social de la universidad.
Otras investigaciones respaldan estos hallazgos recientes; por ejemplo, un estudio publicado en 2018 en la revista Academy of Managment también encontró esta correlación positiva entre soledad y menor rendimiento laboral, sumado al hecho de que los empleados solitarios se sentían menos comprometidos con su trabajo. En 2022, otro estudio publicado en la revista Frontiers in Public Health halló que muchos trabajadores remotos sentían una falta de apoyo por parte de sus compañeros y jefes. En particular, los impactaba no tener la oportunidad de hacer una pregunta de seguimiento después de una reunión tensa o de poder comentar problemas personales que afectaran su desempeño.
La psicóloga clínica Michelle Lim, también investigadora en la temática de la soledad, comentó a la revista Self que este sentimiento "tiende a surgir cuando las personas perciben que no tienen nadie alrededor a quien recurrir o quien conversar cuando tienen problemas, o no se sienten comprendidas por sus colegas". Sin embargo, agrega que "no tenemos por qué pensar que la soledad es necesariamente algo malo; puede que sea la iniciativa para hacer algo diferente". Estos son algunos de sus consejos para alivianar la situación:
Las pequeñas interacciones
Según Lim, no es necesario que tus colegas se vuelvan tus mejores amigos. Basta con pequeñas interacciones para mitigar la sensación generalizada de soledad, como sonreír cuando nos cruzamos en un pasillo, o charlar sobre el tiempo en el ascensor. "Estos pequeños hábitos ya crean un pequeño lazo con nuestros colegas y hacen que el entorno sea más amable, en especial para las personas extremadamente introvertidas a quienes les cuesta iniciar conversaciones" desarrolla.
Rachel Morrison, profesora de managment en la Universidad de Auckland de Tecnología (Nueva Zelanda) comparte esta opinión, pero con una nota al pie: "Por definición, el trabajo debería estar plagado de personas similares a uno. Tienen una profesión similar y van al mismo lugar a trabajar, lo que de por sí implica la posibilidad de una amistad". Para el caso de quienes trabajan en remoto, recomienda siempre tener la cámara prendida y, de ser posible, conectarnos un par de minutos antes del inicio de las reuniones. "Esta puede ser la oportunidad perfecta para charlar sobre el fin de semana o las vacaciones", agrega.
Buscar oportunidades para compartir
La gran mayoría de relaciones cercanas en el trabajo tienden a empezar por experiencias intensas compartidas. Según Morrison, si vivimos la reestructuración de la empresa, o fuimos en un viaje de trabajo y matamos tiempo en el aeropuerto con colegas, es muy probable que establezcamos un vínculo con ellos. Pero crear estas oportunidades puede ser bastante difícil.
A esto se suma que "hablar cuando te sentís solo puede ser particularmente desafiante, porque aumenta nuestro miedo al rechazo de manera inconsciente", comenta Lim. Para superar esto, puede ser útil charlar sobre cosas que sabemos que tenemos en común. Por ejemplo, si sabemos que nuestro compañero mira la misma serie que nosotros o comparte una frustración laboral.
Reflexionar sobre nuestra forma de encontrarnos con los demás (en especial para trabajadores remotos)
No es necesario hacer una gran investigación para saber que el trabajo virtual elimina la posibilidad de encuentros casuales. "Una vez que no están esos momentos esperando que la comida se caliente o cargando agua en nuestra botella reutilizable, puede que tengamos que ser un poco más deliberados con nuestras iniciativas, como comentarle a nuestro colega que su presentación de PowerPoint estuvo muy bien o compartir algo interesante que hayamos leído en internet", sugiere Morrison.
Si, en cambio, tenemos un esquema híbrido, puede que elijamos el día para ir a la oficina en función de ver en persona a esos colegas que solo vemos por videollamadas, permitiéndonos establecer una conexión en la vida real.
Manejar nuestras expectativas sobre las amistades laborales
Hay tantos tipos de amistades que pueden surgir en el contexto laboral como trabajos en el mundo. ¿Qué queremos decir con esto? Es muy difícil pensar en un consejo que sirva tanto para trabajadores que atienden mesas durante la noche como para quienes se pasan el día cargando datos en una oficina.
Sin embargo, lo más importante para empezar es tener una expectativa factible. "Aunque hacer un mejor amigo en el trabajo pueda ser genial, ese objetivo puede implicar demasiada presión sobre uno mismo y sobre nuestros colegas. Si no funciona, tu autoestima puede verse afectada de golpe y resultar en un sentimiento de aislamiento todavía peor" explica Lim. Por eso, siguiendo a la psicóloga, lo más importante es encontrar a alguien con quien puedas relacionarte, aunque solo sea a nivel laboral.
"A través de pequeñas interacciones y compartiendo más cosas sobre uno en el trabajo, ya sea en línea o en persona, se pueden encontrar nuevas formas de relacionarse con la gente y, con un poco de suerte, encontrar personas con las que conectar, en las que confiar y que hagan que tus días sean un poco más alegres", concluye.
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