—¿Cómo surgió la iniciativa?
—La iniciativa surgió en pleno contexto de pandemia. Veíamos cada vez más gente en situación de calle y sentíamos que dando limosna no se terminaba de resolver el problema. Una mañana, Marina vio a un vendedor de libros y pensó en replicar la idea. Empezamos de esa forma: ofreciéndole el proyecto a dos personas en situación de calle que ya conocíamos, ¡y funcionó!
—¿Qué aprendieron en este tiempo de las personas en situación de calle o que están sin trabajo a quienes ayudan?
—Aprendimos que no es sencillo estar en la calle, que hay mucha problemática más profunda que el no tener trabajo: adicciones, problemas psiquiátricos, pérdida de vinculación familiar. Tratamos de acompañar a través del proyecto de libros más como una excusa para generar una relación con un sector de la sociedad que está invisibilizado, marginalizado y olvidado.
—¿Qué respuesta tuvieron cuando corrieron la voz en busca de ayuda?
—Cuando se corrió la voz tuvimos respuesta inmediata de donaciones de libros, algunos escritores nos donaron libros de su autoría y algunos medios nos llamaron para difundir la idea. Lo más lindo fue cuando nos llamaron personas que querían ser madrinas o padrinos de personas que conocían.
—¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan?
—En general cuesta la continuidad: algunos empiezan a vender, después por una semana no aparecen y después vuelven. A otros se les hace difícil mantenerse en una misma ubicación.
Si querés colaborar con el proyecto Un libro x una oportunidad, Cecilia cuenta que “hay muchas formas de ayudar: la más simple es donando libros. También ayudan los que compran libros en los puestos. Ponemos mucho énfasis en ofrecer libros que sean una oportunidad. Y también se ayuda siendo padrino o madrina de algún vendedor (lo que implica hacer el seguimiento de esa persona, llevarle libros si necesita, ayudarla en las ventas)”. Se los puede contactar por Instagram.