Cómo pueden las personas con y sin discapacidad disfrutar de las mismas funciones de teatro

Cómo pueden las personas con y sin discapacidad disfrutar de las mismas funciones de teatro

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

El Teatro San Martín de la Ciudad de Buenos Aires hizo adaptaciones para ser más accesible para personas con discapacidad visual o auditiva. “Creemos en la importancia de crear un entorno donde todos puedan participar y disfrutar del teatro en igualdad de condiciones”, dice una de sus responsables. Ya realizaron 34 funciones inclusivas a las que asistieron más de 1.500 espectadores.

Cómo pueden las personas con y sin discapacidad disfrutar de las mismas funciones de teatro

Intervención por Marisol Echarri.

El Programa Teatros Accesibles nació en 2017 como una iniciativa de la Fundación Amigos del Teatro San Martín y con el apoyo de Mecenazgo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de contribuir a la plena inclusión en la vida cultural de las personas con discapacidad. Para esto, realizó adaptaciones edilicias y comunicacionales en las salas Martín Coronado y Leopoldo Lugones del Teatro San Martín, que pertenece al Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA, una agrupación de salas que dependen del Gobierno porteño). 

Con el fin de brindar funciones presenciales y contenidos inclusivos, se ofrecen soportes de accesibilidad como audiointroducción, audiodescripción y programa en braille con código QR para personas con discapacidad visual; y sobretitulado, aro magnético individual y sonido amplificado para personas con discapacidad auditiva. 

Lo singular de la propuesta es que estas adaptaciones permiten que personas con y sin discapacidad disfruten de las funciones en simultáneo. Las obras seleccionadas forman parte de la programación de la temporada anual del CTBA, las entradas para las personas con discapacidad son gratuitas, y se cuenta con personal de salas capacitado para proporcionar la asistencia necesaria en las funciones accesibles. 

“Intentamos crear espacios inclusivos donde las personas con discapacidad puedan participar activamente en experiencias culturales significativas en conjunto con el resto de los espectadores y en igualdad de condiciones”, dice Gabriela Di Giuseppi, directora ejecutiva de la Fundación Amigos del Teatro San Martín.


Para muchas personas con discapacidad visual o auditiva las funciones accesibles representan la oportunidad de compartir con amigos o familiares una velada teatral. (Imagen: Gustavo Gavotti)


Adaptación

El proceso de adaptación de cada obra cuenta con tres instancias clave: la adaptación del contenido artístico, la interacción directa con el público antes y durante la función y la implementación de aspectos técnicos especializados.

Se inicia con un estudio detallado del guion, diseños de vestuario, escenografía, música y videos de la obra. Con esta información, un equipo especializado redacta y graba los textos adaptados para las audiointroducciones y audiodescripciones, necesarias para que las personas con discapacidad visual puedan comprender mejor la obra, sin interferir en los diálogos de los actores.

Por su parte, los subtituladores desarrollan los subtítulos accesibles, agregando los nombres de personajes, las descripciones musicales y de sonidos, todo de una extensión adecuada de modo que puedan ser leídos al mismo tiempo, mientras la obra sucede. Estos textos se transmiten a una pantalla LED situada en la parte superior del escenario; para determinar su ubicación, se realizaron visitas y pruebas técnicas previas. 

El día de la función, el equipo técnico llega al teatro con una hora y media de anticipación para realizar el chequeo de los equipos. Mientras tanto, el personal de sala, especialmente capacitado, prepara los receptores y material de soporte para entregar a las personas con discapacidad auditiva o visual. 

Durante la obra, un técnico emite las audiodescripciones en los momentos de silencio de los actores, mientras que un segundo operador proyecta en vivo los subtítulos preelaborados, a medida que los personajes dialogan.

“Algunos de los contenidos inclusivos desarrollados resultaron más logrados que otros. No todas las obras pueden hacerse accesibles, depende de la dinámica o velocidad de la obra, de la cantidad de personajes o la complejidad del texto”, aclara Di Giuseppi.


El programa en braille es uno de los elementos que caracterizan a las funciones inclusivas ofrecidas en el Teatro San Martín.  (Imagen: Gustavo Gavotti)


Impacto

“Teatros Accesibles tiene un impacto significativo en las vidas de las personas con discapacidad al brindarles la oportunidad de disfrutar plenamente de experiencias teatrales en conjunto con el resto del público. Este enfoque inclusivo les permite acceder a la cultura y el arte, algo que históricamente ha estado limitado o inaccesible para muchos”, señala Di Giuseppi. Además, considera que la iniciativa “también contribuye a cambios más amplios en la percepción social, fomentando la conciencia sobre la diversidad y la importancia de lograr garantizar el ejercicio de los derechos culturales de todas las personas en igualdad de condiciones”, señala Di Giuseppi.

Sandra Dajnowski es arquitecta y tiene discapacidad visual. Ella asiste al teatro con su perro guía.

“A mí siempre me encantó el teatro, pero hace 12 años luego de quedar ciega pensé que era algo a lo que le iba a perder el gusto. Sin embargo, cuando llegué al Teatro San Martín y me encontré con la posibilidad de utilizar un dispositivo con audiodescripción me reconcilié nuevamente con el teatro, porque pude disfrutar de otra manera, no como lo hacía antes, pero sí de otra manera cada paso de la obra”, señala.

Y da detalles de cómo funcionan las medidas de accesibilidad en su caso: “Nos brindan un dispositivo con auriculares, nosotros escuchamos los diálogos de los actores y al mismo tiempo en el auricular nos van contando todo lo que pasa en la escena, las luces y sombras, el decorado, la vestimenta de los actores, si hacen un gesto, algo que se comunica pero que no se dice. Es la mejor manera de aproximarse a la realidad que tiene una persona ciega para disfrutar del teatro”.

Por su parte, Gabriela Planas, que tiene discapacidad auditiva y es usuaria de audífonos, relata: “Mi familia es de la rama de las artes visuales y estuvieron vinculados al teatro. Mi abuelo ha colaborado en escenografías y mis padres estudiaron teatro, y actuaron por muchos años. Las funciones accesibles me permitieron volver a disfrutar del teatro, algo tan importante en mi vida, pero que desde que perdí la audición se tornó un imposible. Disfrutar ahora es volver a participar de la magia que genera, transportándote a otro espacio y tiempo. Te moviliza con diversidad de emociones. Particularmente las personas sordas vamos quedando marginadas de las emociones colectivas y las funciones accesibles nos permiten eso también: reírte, conmoverte, llorar, aplaudir con fervor junto con toda la platea, por haber vivenciado en igual forma, aunque con el recurso de un apoyo accesible. ¡Eso es hermoso!”. Y celebra: “Poder volver a ir al teatro con mis amigas es también recuperar vínculos y vivencias, ellas me acompañan a las funciones accesibles, también fui al teatro San Martín con mi familia. Y cada función siempre fue mágica y hermosa”.

La participación y asistencia de las personas con discapacidad a las funciones accesibles en el Teatro San Martín fue creciendo a lo largo de los años y el público exige cada vez más. Desde 2019 y hasta la actualidad, más de 1.500 espectadores con discapacidad pudieron disfrutar de funciones inclusivas. Hasta noviembre del 2023 se realizaron 34 funciones de este tipo.

Durante la pandemia, ante la imposibilidad de brindar actividades presenciales, se ofrecieron contenidos online como obras subtituladas y propuestas o recursos virtuales para niños. Estas actividades tuvieron aproximadamente 1.500.000 visualizaciones.


Como parte de la accesibilidad en el Teatro San Martín, hay operadores especialmente capacitados que proyectan subtítulos y emiten audiodescripciones (Imagen: Gustavo Gavotti)


Trabajo conjunto

Di Giuseppi comenta que la fundación está “en contacto” y recibe “asesoramiento de varias instituciones que reúnen o representan a comunidades de personas con discapacidad como la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes (FAICA), la Confederación Argentina de Sordos (CAS), la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC), la Asociación Creando Nexos, Caption Group, COPIDIS y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDis)”. “La colaboración con organizaciones que representan a las personas con discapacidad es fundamental en nuestro trabajo, ya que nos ayudan a incorporar perspectivas especializadas y experiencias diversas en el proceso de adaptación”, agrega.

Por el momento, en las funciones del Programa Teatros Accesibles los roles no son interpretados por actores o actrices con discapacidad. Y si bien tampoco las adaptaciones de cada obra  son realizadas por personas con discapacidad, los contenidos inclusivos sí son validados por ellas. “Nuestra estrecha colaboración con otras organizaciones asegura que las propuestas sean inclusivas. Han asesorado, por ejemplo, en el armado de actividades infantiles, visitas táctiles, accesibilización de las páginas web de la Fundación Amigos del Teatro San Martín y del CTBA, entre tantas otras iniciativas. El apoyo de estas instituciones nos permite avanzar hacia un teatro más accesible e inclusivo para todos nuestros espectadores, contribuye a darle mayor sentido de pertenencia y perdurabilidad en el tiempo”, destaca Di Giuseppi.


El personal del teatro San Martín fue capacitado para asistir a personas con discapacidad como parte del programa Teatros Accesibles. (Imagen: Gustavo Gavotti)


La inclusión crece

En la Ciudad de Buenos Aires, otros teatros ofrecen propuestas inclusivas, como sucede en el Teatro Nacional Cervantes, que trabaja en accesibilidad a través del Programa TNC Accesible. Pero no solamente en CABA existen este tipo de experiencias: también el Teatro del Bicentenario de San Juan o la provincia de Mendoza desarrollan iniciativas inclusivas. “Sin duda, cada vez más las instituciones culturales incluyen en su agenda la accesibilidad y la inclusión, contribuyendo al enriquecimiento y diversidad de la experiencia cultural de toda la sociedad. ¡Esto es muy gratificante!”, celebra Di Giuseppi. 

“Lo que distingue principalmente nuestra propuesta —remarca— es que está diseñada para asegurar que tanto las personas con discapacidad visual o auditiva como el resto del público disfruten plenamente de la obra de manera conjunta. No se trata de propuestas exclusivas para personas con discapacidad, sino para todos”.

Por otro lado, Di Giuseppi adelanta que desde el programa se proponen “equipar más salas del CTBA a fin de que puedan brindarse más obras accesibles”, al igual que hicieron este año con la sala Casacuberta del Teatro San Martín. “En lo inmediato, comenzaremos con la instalación de un aro magnético en el Teatro Alvear (ubicado en la Ciudad de Buenos Aires) para mejorar la experiencia auditiva de las personas con prótesis auditivas y usuarios de audífonos. Durante el año próximo tenemos planeado reforzar el equipamiento técnico de las salas, ampliar la cantidad de funciones accesibles, como así también ofrecer una mayor variedad de actividades inclusivas para ampliar el alcance de nuestra propuesta accesible”, cierra.

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Esta nota forma parte de la plataforma Soluciones, una alianza entre Río Negro y RED/ACCIÓN.