Cuando el trabajo independiente es su fuente principal de ingresos, debe ser meticuloso con las cuentas. Incluso si no lo es, es importante organizarse porque algunos clientes pueden demorarse demasiado con sus pagos.
He aquí algunas estrategias para ayudarlo con sus finanzas:
Haga la tarea. Sólo trabaje para compañías de buena reputación, que traten a los trabajadores independientes con dignidad y respeto. Antes de colaborar con un nuevo cliente, hable con otros freelancers que hayan trabajado con él y con sus empleados a tiempo completo: El cómo la compañía trata a los empleados es un buen indicador de cómo lo tratará a usted.
Organícese. Considere cómo les cobrará a sus clientes. Manejar personalmente todas las facturas requiere más trabajo de contabilidad, pero todas las ganancias le quedarán a usted. Aun así, es inteligente buscar de vez en cuando el consejo de un contador.
Póngalo por escrito. Antes de empezar a trabajar en una asignación, usted necesita un contrato que defina el ámbito del proyecto y los términos de pago, además de enumerar las expectativas de ambas partes. Acuerdos informales son el origen de casi todos los problemas de pago.
Entienda el ciclo de pagos de su cliente. Antes de iniciar cualquier trabajo, hable con su cliente acerca de sus políticas y calendarios de pago. Averigüe cómo funciona su año fiscal, qué tanto tardan en procesar facturas, qué días de la semana emiten cheques y cómo les pagan a los trabajadores bajo contrato. Esta información lo ayudará a manejar de mejor forma su flujo mensual de efectivo.
Facture desde el inicio. Establezca su propio ciclo de facturación, que sea frecuente y predecible. Ello enviará la señal de que usted considera valioso su propio tiempo. Para proyectos a más largo plazo, podría querer una factura en determinados avances a lo largo del camino, de forma que tenga garantizado un pago constante. No acepte términos que involucren pagarle sólo tras la entrega del trabajo completo.
Establezca su profesionalismo. No entregue trabajos mal hechos, no se olvide de facturar y no sea descuidado en sus comunicaciones. Lo más importante, no trabaje gratis: Debe establecer el valor de su trabajo.
Déle seguimiento. Si su cliente se atrasa en un pago, usted debe darle seguimiento. Si lo hace y nadie responde, es momento de una llamada telefónica o una visita a la oficina. Sea persistente en la búsqueda del pago, y de ser necesario eleve el tema ante el liderazgo ejecutivo de la organización.
Contrate un abogado. Si ha intentado todo y el cliente sigue sin pagar, podría tener sentido involucrar a un abogado, pero no es una decisión sencilla. Deberá calcular cuánto le deben, sus probabilidades de éxito y el costo de contratar al abogado.
Rebecca Knight es una periodista independiente en Boston y académica en la Wesleyan University.
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