—¿Cuáles son los principales desafíos para la inclusión financiera en este contexto?
—En los últimos cuatro años, el sector que más creció es el de las fintech, en creación de empresas y en ganancias. Cuando llegó la pandemia, nos exigió el uso de servicios digitales y tuvimos la foto de la gente haciendo filas para ir a los cajeros. Esto pone en manifiesto que no alcanza con crear empresas de servicios digitales. Se necesita un direccionamiento hacia la inclusión financiera.
—¿Cómo se acompañó a las organizaciones de microfinanzas?
—En este contexto, estas organizaciones podrían haber quebrado, pero desde FONCAP habilitamos una línea de crédito al 12% anual, a 3 años para que estas organizaciones puedan financiarse y resolver la crisis de solvencia y liquidez. Las transferencias monetarias que el Estado entregó a la economía popular durante la cuarentena fueron garantizando que estas personas puedan seguir invirtiendo en emprendimientos. Un gran desafío en este contexto es recapitalizar la economía y sobre todo a los sectores de menores ingresos, que son los que más sufrieron los efectos de la pandemia. En términos de inclusión financiera, que el sector de finanzas tenga recursos disponibles para dar microcréditos es una medida inédita. El FONCAP triplicó su capacidad de financiamiento por la pandemia y para la pospandemia, también.
—¿Crees que los emprendedores se van a animar a tomar nuevos microcréditos en este contexto?
—Un desafío es volver a poner en marcha los emprendimientos que no pudieron trabajar durante la pandemia. Ahí vamos a tener cada vez mayor demanda de créditos. Mas del 60% de nuestra cartera de créditos requeridos son demandados para la reconversión de emprendimientos.
Este contenido fue publicado originalmente en Otra Economía, la newsletter sobre economía circular, inclusiva y de triple impacto que edita Florencia Tuchin. Podés suscribirte en este link.