Cómo lograr que la actividad física se convierta en hábito y no abandonar al poco tiempo - RED/ACCIÓN

Cómo lograr que la actividad física se convierta en hábito y no abandonar al poco tiempo

 Una iniciativa de Dircoms + INFOMEDIA

Pagar la mensualidad del gimnasio, planear salir a caminar todos los días o suscribirse a un canal de YouTube fitness tras meses de sedentarismo son las recetas típicas para retomar el ejercicio, pero en sí mismas suelen fracasar a largo plazo. Para evitar la rueda de entusiasmo-abandono te contamos una serie de tips que pueden funcionar.

Cómo lograr que la actividad física se convierta en hábito y no abandonar al poco tiempo

Foto de Tirachard Kumtanom para Pexels.

Siendo honestos, ¿quién no ha pagado la mensualidad del gimnasio para motivarse y terminó yendo apenas un par de días? ¿Quién no puso metas (evidentemente inalcanzables) a comienzo de año, de un nuevo mes o de la semana?

Si sirve de consuelo, este comportamiento tiene una explicación en términos evolutivos. Cuando los alimentos eran escasos y las personas tenían que moverse para obtenerlos cazando o recolectando, el descanso era vital para conservar energía hasta la próxima comida, explica un artículo en The Conversation.

“Entonces, si tiene ganas de sentarse y ver Netflix en lugar de ir al gimnasio, puede consolarse sabiendo que descansar es una tendencia humana natural”, argumentaron Carol Maher y Ben Singh en la publicación acerca de la motivación intrínseca y extrínseca que se pone en juego al momento de decidir movernos.

Es importante clasificar la actividad física en dos tipos, nos aclara el médico nutriólogo Martín Carrizo. Por un lado está la programada, “que es lo que hago cuando practico un deporte, cuando voy a correr tres veces por semana o cuando voy al gimnasio”. Por otro lado, está el ejercicio diario, que está vinculado a cualquier actividad cotidiana, por ejemplo: ir caminando al trabajo, al supermercado, subir y bajar las escaleras si vivo en un piso alto, etcétera.

“Yo creo que hacemos cada vez menos ejercicio en gran medida debido a la tecnología. Muchas actividades que antes se hacían quizás en forma manual o poniendo un esfuerzo físico hoy en día se hacen desde la computadora”, explica Carrizo.

Sin embargo, como reflexionamos en esta nota de la semana pasada, nuestras vidas tienden cada vez más al sedentarismo, a pesar de los enormes perjuicios que significa para nuestra salud física y mental. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles, ya que aumenta el riesgo de muerte entre un 20 y 30% en comparación con quienes se mueven lo suficiente.

Por estos motivos, Carrizo enumeró en un hilo de Twitter “algunos tips para tratar de sostener la actividad física programada , y no desistir al poco tiempo”. Los consejos son 10:

1- “Si entrenás después del trabajo, vestite con la ropa de entrenamiento apenas llegás a tu casa. Dejá preparado todo antes de salir, para así regresar y conectarte directamente con tu rutina de ejercicio.

2- Es imprescindible buscar el momento del día en que tu cuerpo responda mejor, independientemente de cualquier recomendación acerca del horario ideal. Qué el mejor momento para entrenar sea ‘tu momento’.

3- Uno de los errores más comunes, sobre todo en  principiantes, es comenzar a entrenar exageradamente, todos los días, sin descanso. No se trata de TODO o NADA, sino de alcanzar un equilibrio. Siempre es mejor, al inicio, plantearse el volumen de ejercicio que uno pueda llegar a sostener a largo plazo.

4- Otro error común es no controlar la alimentación adecuadamente. Si comenzás a entrenar, y te sentís demasiado cansado o cansada, algo no está bien. Quizás pensás que estás ingiriendo un volumen adecuado de alimentos, pero puede que no estés incorporando micronutrientes claves.

5- Elegir cuál es el tipo de ejercicio con el que mejor resultado alcanzás. Puede haber decenas de recomendaciones, pero más allá de cuán entrenado estés, puede que el HIIT sea ideal para alguien que conocés, pero no te dé los mejores resultados a vos. Así con cualquier tipo de ejercicio o disciplina.

6- Asociarlo a cualquier otra actividad rutinaria: llevar los chicos a la escuela; antes de ir a trabajar, luego de alguna clase, etc. La actividad programada también debe convertirse en una actividad rutinaria; y no por eso menos placentera.

7- Que tu lugar de entrenamiento quede cerca de tu casa. ¿A quién no le gustaría trabajar más cerca de su casa, o estudiar en la universidad más cercana, o tener a su familia más cerca? Salvo excepciones, con la actividad física suele suceder lo mismo.

8- Si se presenta fatiga o cansancio, muchas personas prefieren entrenar durante menos tiempo a saltear el día de entrenamiento. Un tiempo máximo de 15 minutos puede tener mayor valor simbólico que entrenar cansado, o directamente no hacerlo.

9- Entender que el entrenamiento, o el ejercicio de hoy, es el bienestar de mañana

10- Abandonar y retomar, así suceda cientos de veces, es mucho mejor que darse por vencido.”

Ahora bien, ¿cómo darnos cuenta que necesitamos movernos más? Según Carrizo, “uno de los problemas más grandes que preocupa a la salud pública tiene que ver con el aumento de la prevalencia de la obesidad a nivel global. Hay otros signos, como los dolores articulares, los dolores musculares, las mialgias. Todo lo que no se estimula, se deteriora. Si no utilizo mi aparato locomotor, a largo plazo voy a afectar mi cuerpo y eso se va a manifestar en dolores y, a su vez, fatiga. Es un círculo vicioso”.