Practicá lo que aprendés en el jardín de infantes
La bondad básica ayuda mucho a construir culturas respetuosas en el lugar de trabajo. Éstos son algunos de los comportamientos que Fran Sepler, quien realiza entrenamientos e investigaciones en el lugar de trabajo, enseña:
- Dar crédito a las personas que aportan buenas ideas, no a las personas que más se lo acreditan.
- No hagas multi-tasking durante una conversación.
- No escribas en un correo electrónico nada que no dirías en persona.
Salario igual para trabajos iguales
Las mujeres ganan 79 centavos por cada dólar que ganan los hombres, de acuerdo con la Oficina de Censo de Estados Unidos. Ciertas cosas ayudarían mucho a cerrar la brecha salarial:
- Los hombres son mucho más propensos a negociar salarios que las mujeres, por lo que se debería hacer de la negociación una parte de cada oferta de trabajo o lo directamente prohibirla.
- No le preguntes a los trabajadores sus salarios anteriores, lo que perpetúa las brechas salariales.
- Cuando sea posible, dejá que los empleados elijan dónde y cuándo se realiza el trabajo.
- Los economistas han descubierto que los empleadores pagan a las personas desproporcionadamente más durante largas horas.
Aprendé a escuchar
Las reuniones son pozos de conductas irrespetuosas en el lugar de trabajo. Hay maneras de asegurarse de que todos sean escuchados:
- Pará un minuto y preguntá si todos han tenido la oportunidad de hablar, y no te olvides de aquellos que están sumados a la reunión por teléfono o videoconferencia.
- No permitas que nadie tome crédito por las ideas de otras personas. Volvé a dirigir la conversación a la persona que tuvo la idea originalmente.
- En una reunión de lluvia de ideas, pedíles a las personas que propongan ideas solo y luego las discutan juntas, y que los líderes compartan lo último. De esa manera, las personas no se dejan llevar por la conversación grupal o por personas mayores que ellos.
Prevenir el acoso
El entrenamiento más efectivo que los investigadores han encontrado para prevenir el acoso sexual y de otro tipo es el entrenamiento de los transeúntes: enseñar a todos a hablar. Si sos un testigo, podés:
- Interrumpir la situación, como pedirle a la víctima que se vaya a tomar un café.
- Apoyar a la víctima: "¿Estás O.K.? ¿Querés que vaya con vos a recursos humanos?"
- Si te sentís cómodo, confrontá al perpetrador en privado: "¿Estabas al tanto de cómo quedaste en esa conversación? "
© 2019 The New York Times