Jannatun Nayeem Prity llegó a París desde Bangladesh como beneficiaria del programa ICORN (International Cities of Refuge Network) en diciembre de 2021, momento en el que ya se desempeñaba como periodista freelance, escultora y escritora. ICORN es una asociación nacida en Stavanger (Noruega) en 2008, cuya misión es permitir a diferentes ciudades proveer un lugar seguro para artistas, escritores, periodistas y activistas perseguidos en su país de origen.
Prity fue juzgada varias veces por traición, y una de ellas fue por realizar un posteo en Facebook en contra del Gobierno. Al llegar a París, se hizo su primer tatuaje que decía: “Vive la liberté d’expression” (Viva la libertad de expresión). “Arriesgué mi vida muchas veces y tuve que abandonar Bangladesh, y cambiar mi vida por criticar la corrupción masiva que se vivía en mi país. A través del ICORN me animaron como escritora y artista a luchar por la libertad de expresión y combinarlo con mi creatividad”, cuenta.
La iniciativa funciona en más de 80 ciudades, principalmente en el norte de Europa, pero también participan algunas del continente americano. Todas ellas brindan al artista residencia durante un año, que puede ser renovada un año más; ayuda para integración profesional; promoción del trabajo del artista; y una beca mensual.
ICORN en Francia
Para ser parte del programa se debe aplicar a través de su página. Luego, desde ICORN se seleccionan alrededor de 10 personas cuyos perfiles son analizados por un jurado y seleccionados. En el caso de París, la que tiene esta potestad es Anne Hidalgo, la alcaldesa. Desde el comienzo del programa, París ha alojado a siete participantes.
“No es un programa muy caro, pero tampoco es fácil. Cuando los residentes vienen a Francia tienen un año de residencia y pueden renovarla. No obstante, si después de eso no tienen ingresos, es muy difícil conseguir resiliencia permanente. Como ciudad anfitriona no podemos dejar al residente solo en la ciudad, incluso si el programa llega a su fin. Probablemente por eso no hay más ciudades que se unan a la red” , explican desde ICORN.
¿Cuáles son los criterios de elegibilidad?
No hay un criterio particular, sino que cada ciudad prioriza diferentes aspectos. La primera pregunta que se hace en el caso de París, por ejemplo, es el tipo de peligro y si es urgente. “Es realmente duro cuando recibís esta solicitud y ves que esa persona está realmente en peligro y no sabes si realmente seguirá allí en un año o dos”, comentan desde ICORN.
“La idea no es sólo dar cobijo, sino también dar visibilidad a esa persona para promocionar su trabajo”, agregan. Este fue el caso de Amira Al-Sharif, una fotógrafa oriunda de Yemen, seleccionada para el programa en 2018, quien consiguió la nacionalidad francesa recientemente. Desde ICORN, la ayudaron a ponerse en contacto con profesionales de su rubro y organizaron para ella una exhibición de fotos en París.
En el caso de Prity, se encontraba en Bangladesh cuando aplicó y fue más difícil conseguir una visa, a diferencia de otros beneficiarios del programa que estaban ya fuera de sus países de origen.
“Estar en el programa de ICORN es como magia. En primer lugar, necesitaba ayuda en términos de salud mental y pude recurrir a un psicólogo”, cuenta Prity. Desde que llegó a París participó de conferencias contando su experiencia en países como Dinamarca, Grecia y Polonia y fue invitada por Amnistía Internacional y otras organizaciones. “ICORN es realmente una red con todas esas voces, que no pueden expresarse de donde vienen y que es importante tenerlas en todas partes”, afirma la artista.
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