Colaborar se siente bien, tanto como un gran abrazo. Pero la colaboración también tiene un lado oscuro, que suele ignorarse.
Piense en esto: Se identifica un tema complejo y se ensambla un equipo diverso y multi-funcional para resolverlo. Se reúne a los accionistas. Se recolecta la información. Se debaten las opciones. Se busca la aprobación. Y entonces, no pasa nada. De modo que se reúne más información. Se invita a más accionistas. Se hacen más llamadas. Surge más debate. Se busca más aprobación. El proyecto continua de un lado a otro. ¿Cuándo, dónde y cómo se tomarán decisiones? Nadie lo sabe.
Esta es una receta para la fatiga colaborativa, y, si se consume en grandes dosis por periodos prolongados, la potente mezcla de abdicación, confusión e indecisión envenenará a su equipo. Entonces la pregunta es: ¿cómo puede usted obtener las ventajas de la colaboración al tiempo en que limita su exposición a los efectos dañinos de la fatiga colaborativa?
Usted puede comenzar respondiendo las siguientes preguntas. Si tiene respuestas claras a estos planteos hay una buena posibilidad de que muchos de sus problemas colaborativos disminuyan.
¿Cuál es el propósito del proyecto? Es fácil asumir que todos en su equipo ya conocen el propósito del proyecto: “estamos aquí para resolver el problema en la cadena de suministros” o “estamos aquí para construir un nuevo producto.” Y es fácil asumir que su equipo sabrá que la meta es producir la solución de mayor calidad, al menor costo posible, en la menor cantidad de tiempo. Estas son suposiciones incorrectas y normalmente convierten la buena en mala colaboración.
Entonces, antes de comenzar, asegúrese de que todos tienen, tan claro como el cristal, cual es el objetivo estratégico básico. Esto ayudará a su equipo a tomar las decisiones difíciles mientras avancen.
¿Quién tomará la decisión? En algún punto, su equipo deberá tomar una decisión basada en la información y la investigación que han reunido. Aunque definir el propósito del proyecto será de gran ayuda para guiar el camino, seguramente habrá opiniones en conflicto e inevitables sacrificios. Cuando esto suceda ¿Quién decidirá? ¿Será una sola persona o se recurrirá al voto? Si hay un voto ¿Quién define en caso de empate?
El mejor momento para responder esta pregunta es al inicio del proyecto, antes de que la presión se haya acumulado y la tentación de agendar, solo una junta más, solo una nueva ronda de recolección de datos o solo otra llamada, sea demasiado fuerte para superarla.
Por supuesto, algo de fatiga es inevitable al colaborar. La razón por la que usted buscó una opción colaborativa en primer lugar es porque necesita atender un tema ambiguo, muy visible y que traspasa fronteras, por lo que la responsabilidad y el control se distribuyen entre muchas personas.
Los seres humanos estamos diseñados para conectar. Simplemente se siente bien. Usted puede emplear esta inclinación positiva para producir más resultados positivos –objetiva y emocionalmente.
Todo lo que requiere es un poco de dirección y mucha toma de decisiones.
Nick Tasler es el Presidente Ejecutivo de Decision Pulse y el creador del sistema de aprendizaje para Pensar Estratégicamente y Actuar Decisivamente.
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