El grupo de rock británico Coldplay tiene casi 30 años de carrera y sus más recientes giras han sido de las más exitosas en la historia de la música. Paralelamente a la responsabilidad que conlleva estar en ese lugar, Chris Martin y su equipo se propusieron hace un tiempo repensar todos sus conciertos para reducir el daño ambiental que producen los eventos de esa escala y dar un mensaje a las millones de personas que los van a ver. Este año, la banda no solo alcanzó el objetivo propuesto, sino que lo superó.
Según el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), que verificó la huella de carbono de las giras del grupo, Coldplay logró reducir en un 59 % las emisiones de carbono de su más reciente gira en comparación con la de 2016-2017. En 2021, al iniciar el tour Music Of The Spheres, la banda se había comprometido a reducirlas en al menos un 50 %. Las emisiones a las que se refieren Coldplay y el MIT son las emisiones directas, es decir, las que provienen de la producción de cada show y el transporte de la escenografía, la banda y el equipo de producción.
Para lograr este objetivo, el equipo de Coldplay repensó cada paso de la gira para contaminar lo menos posible en cada situación. Las pulseras de luces que se reparten en los shows, por ejemplo, son LED y son reciclables: cada asistente debe devolverla al salir del lugar. Y el suelo que se arma para el campo de cada estadio es una especie de pista de baile cinética, que genera energía con el movimiento de las miles de personas que los van a ver.
En total, los 13 espectáculos de 2023 fueron llevados a cabo utilizando solamente su propia energía a través de un sistema de baterías. Además de las pistas de baile cinéticas, generaron energía a través de instalaciones solares y bicicletas eléctricas. Y en cuanto a los residuos de la gira, el grupo se encargó de desviar el 72 % para reutilización, reciclaje y compostaje.
La producción también pensó en los vuelos de un país a otro para sus shows. Para esto, compraron Combustible Sostenible de Aviación y se asociaron con proveedores de viajes ecológicos para que sus fans también puedan viajar mediante transporte de bajas emisiones. En total, ahorraron más de 3.000 toneladas métricas de dióxido de carbono.
Por otra parte, además de reducir el daño de cada recital, Coldplay destinó fondos generados con la gira para plantar un total de siete millones de árboles (y apoyarlos hasta su madurez) gracias a la iniciativa One Tree Planted. Cada árbol equivale a una persona que asistió a sus shows, y es por eso que en cada concierto Chris Martin se encarga de contar estas iniciativas a los asistentes para que se sientan parte del cambio.