Claudia Boeri es presidenta de la Región Sur de SAP
“Desde siempre me planteé el desarrollo de mi carrera, y fui visualizando pasos y situaciones antes de que ocurrieran”.
“Con voluntad y preparación, las oportunidades se presentan. A veces pasan y uno no las ve. Estar trabajando sobre lo que querés te hace anticiparte y visualizarlas”.
“Para que las mujeres puedan tener un lugar, las primeras que tienen que quererlo son ellas mismas. La mujer tiene que permitirse ambicionar y querer. Tenemos mucho que trabajar en nosotras mismas para poder proyectarlo hacia afuera”.
“Siempre fui muy estudiosa, desde el colegio. Era de las talentosas que, aparte, se ocupaban de ser mejores. Aún soy así, aunque me cuido al decirlo. Creo que por más que uno tenga muchas habilidades en un área, solo aquellos que practican todo el día son los que tienen oportunidades de sobresalir”.
“Cuando era chica, a la noche, ibamos con mi papá a buscar a mi mamá, que era profesora de Contabilidad para adultos en un terciario. Cuando llegábamos temprano yo entraba al aula y la veía a mi mamá, ahí parada, enseñar a sus alumnos con tal pasión. Yo creo que mucho de eso lo tomé de ella”.
“Suena feo decirlo, pero era buena en todo. Me costó elegir. Al final, opté por una carrera de las 'duras', que son las que menos gustan y en las que yo creía que tendría más posibilidades por ser diferente”.
“Si algo tengo que trabajar en el futuro es mi motivación para ir más a menudo al gimnasio”.
“Cuando empezás tu carrera, siempre atacás lo técnico, aquello que estudiaste, y su aplicación. Cuando avanzás, entendés que te destacás por cómo le llegás a la gente”.
“La cena es el momento de la familia. A las 21, todos apagamos el teléfono y nos contamos cómo nos fue en el día”.
“Los fines de semana no respondo los mails, porque sino condiciono a los demás a tener que seguirme el tren”.
“A Steve Clarence lo recuerdo con mucho afecto. Me contrató en mi primer trabajo. Un tipo joven, en sus treinta y pico, que me dio una oportunidad cuando yo ni siquiera me había recibido. Era para abrir Informix Software en Argentina. Fui la primera empleada de algo que ni existía”.
“Justo me había enterado de que estaba embarazada cuando tuve una entrevista para entrar en Impsat con Gabriel del Campo. Eran los 2000. Lejos de negarme la posibilidad, Gabriel me preguntó si yo quería asumir el desafío. Hoy, todo cambió. Hay otra manera de trabajar y seguramente ese no sería un tema en debate a la hora de postularme”.
“Siempre me planteé una carrera y un modelo de trabajo y de vida para poder estar orgullosa de mi misma”.
“No soy de lamentarme por las cosas que no hice, siempre miro para adelante”.
“Siendo ingeniera me di cuenta de que lo social, lo humano, es fundamental. Todo lo relacionado con el trabajo en equipo, con la gente, hace que tu trabajo tenga más impacto. No me veo, en un futuro, volviendo a una actividad técnica sino haciendo uso de todas las habilidades soft que he ido desarrollando”.
“Cuando me enojo no grito. Sé decir puntualmente lo que debe ser dicho. No me hace falta levantar la voz”.
Claudia, ingeniera en Sistemas de la Universidad Tecnológica Nacional, es mamá de un hijo, con el que ven ciencia ficción, y una hija, con la que comparte títulos como Grey´s Anatomy. El amor por el esquí les da una excelente excusa para viajar en familia por el mundo, buscando las mejores pistas.