Le hicimos tres preguntas a Carolina Huffmann sobre cómo repensar las ciudades para las personas. Inspirada en la urbanista y activista newyorkina Jane Jacobs, esta arquitecta argentina dedicó su profesión al urbanismo y a la promoción de la caminabilidad. Como socia fundadora de Urbanismo Vivo, recrea localmente las caminatas de Jacobs para volver a definir el sentido del espacio público y conectarnos con las ciudades como personas.
—¿Qué significa el concepto de ciudades para las personas?
—Pensar una ciudad para, con y por las personas debería ser el objetivo de toda ciudad: es una idea de una ciudad a escala humana, accesible e inclusiva para todos. Son ciudades diseñadas, planeadas y pensadas para las personas que habitan en ellas considerando sus necesidades y deseos, y su forma de habitar esas ciudades.
—¿Cuáles son sus beneficios para el ambiente?
—Al pensar en una ciudad a escala humana, la forma más activa y sana de desplazarse es a pie, en bicicleta y en transporte público; preferentemente no motorizado. Es la movilidad que menor impacto genera en el ambiente. Al mismo tiempo, el concepto de ciudad para las personas concibe cómo cuidamos y mantenemos el espacio entre todos. Cuanto más nos apropiamos de una ciudad, más la vamos a cuidar en múltiples sentidos: ambiental, social, económico, productivo.
Vivir, trabajar, comprar lo necesario, cuidar, aprender y descansar, en un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta. Se trata de repensar y rediseñar las ciudades con la proximidad, diversidad, densidad y ubicuidad como ejes.
—Se les llama "ciudades de 15 minutos" a las ciudades donde vivir, trabajar, comprar lo necesario, cuidar, aprender y descansar, queda a un máximo de 15 minutos a pie o en bicicleta. ¿Es posible pensar en ciudades así en Argentina?
—Ya hay ciudades de 15 minutos en el país. Argentina tiene escalas distintas de ciudades y pueblos, y muchos de ellos responden a esta lógica. Lo que quizás hay que cambiar en algunos casos es el paradigma de la movilidad: dejar de responder a la lógica del vehículo y pasar a otro tipo de movilidad más amigable. Veo muy fácil de lograr una ciudad humanizada en ese aspecto. En grandes urbes argentinas hay muchos barrios que responden a ciudades de 15 minutos, pero por segmentos. Toda una ciudad a 15 minutos tiene que ser muy chica, aquí tendríamos que trabajar en una sumatoria de barrios de 15 minutos en una ciudad.
Este contenido fue publicado originalmente en Planeta, la newsletter con información para actuar y cuidar al planeta que edita Tais Gadea Lara. Podés suscribirte en este link.