“Construimos mejores ciudades cuando las personas se encuentran en el centro y no son un componente más dentro de la planificación”, dice Lucía Groos, Directora del Centro de Investigación Social de TECHO-Argentina. Esta organización trabaja desde hace 20 años en la implementación de proyectos para mejorar las condiciones de vivienda y hábitat en barrios populares a través del trabajo conjunto de sus habitantes y jóvenes voluntarias y voluntarios, con una perspectiva de desarrollo comunitario. Una dinámica de trabajo que vos podés potenciar.
En Argentina, según los datos del Registro Nacional de Barrios Populares, 1.168.731 familias viven en asentamientos, lo que equivale a aproximadamente 5 millones de personas. El 90% no cuenta con acceso al agua potable y el 97% no tiene cloacas.
Nadie mejor que quienes viven esta realidad para señalar el camino de la mejora.
De hecho, según el Relevamiento de Asentamientos Informales realizado por TECHO en 2016, 7 de cada 10 vecinas y vecinos se organizaron y participaron en actividades comunitarias para mejorar sus barrios. En la pandemia, este número se incrementó al 100% en los 161 barrios relevados a nivel nacional.
Desde la organización creen que es fundamental escuchar y reconocer a las personas que habitan los barrios como quienes mejor conocen sus territorios, demandas y derechos. “Venimos construyendo y transformando desde hace años nuestros territorios. Somos quienes acompañamos a nuestros vecinos y vecinas en la primera fila de la urgencia, desde comedores, merenderos, centros comunitarios. Dedicamos horas de trabajo que nunca fueron reconocidas”, expresa el Fragmento de Manifiesto del Encuentro Nacional de Referentes Comunitarios de TECHO realizado el año pasado.
“Desde TECHO, en 20 años de trabajo en Argentina, conocimos y seguimos aprendiendo que para lograr ciudades justas es necesario involucrar directamente a quienes viven en ellas”, agrega Groos.
¿Cómo trabaja TECHO?
#1: Inicio
Decide en qué asentamientos va a trabajar teniendo en cuenta la evaluación de zonas, un proceso de relevamiento territorial y diálogo directo con referentes barriales.
#2: Se crean Mesas de Trabajo.
Son espacios de encuentro y participación donde el voluntariado de TECHO y habitantes del asentamiento reflexionan y toman decisiones sobre los intereses del barrio con el objetivo de realizar un diagnóstico y diseñar un plan de acción que potencie las capacidades comunitarias y ofrezca mejoras a las problemáticas de vivienda y hábitat. De estos encuentros surgen los programas y proyectos de la organización.
#3: Acción.
Las iniciativas promueven el vínculo entre los vecinos y vecinas y el voluntariado, a partir del trabajo participativo y organizado. Aquí es donde se hacen realidad los salones comunitarios, las calles pavimentadas, las viviendas de emergencia y todos los programas y proyectos que se hayan propuesto.
#4: Evaluación.
Después de todo el trabajo, la evaluación permite conocer los avances y resultados del trabajo en conjunto, para decidir sobre la renovación o finalización del trabajo con la comunidad.
“Lo importante de organizarse en una comunidad es tener distintas voces para generar debates, discusiones, charlas e identidad barrial. La participación de los vecinos y vecinas permite que haya espacios de discusión y planificación, con diferentes miradas. En estos espacios se pueden ordenar las prioridades, establecer cuáles son las principales necesidades, y así llegar a acuerdos. De esta manera, cuando se presentan propuestas de urbanización, la comunidad está organizada, participa del proceso de acción y monitorea las obras en el territorio”, analiza Araceli Ledesma, referente comunitaria del barrio Lagomarsino de Pilar e integrante de la Mesa Nacional de Barrios Populares.
Con esta metodología, TECHO logró conformar mesas de trabajo en más de 145 comunidades que sirvieron para realizar más de 120 proyectos en los barrios. En su mayoría, estos proyectos están vinculados a construcción de viviendas de emergencia y de infraestructura (acceso a servicios, accesibilidad y equipamiento comunitario). En total, se construyeron así más de 17.000 viviendas de emergencia. Otros proyectos incluyen reclamos ante municipios por acceso a servicios, procesos de regularización dominial, espacios de formación comunitaria y proyectos de fortalecimiento de identidad comunitaria.
¿Cómo podés ayudar?
Como contamos, el voluntariado es uno de los pilares del trabajo de TECHO. La organización desarrolla actividades en 11 provincias y vos podés donar parte de tu tiempo para escuchar y aprender de los vecinos, y juntos buscar soluciones a los problemas habitacionales que enfrentan.
“Una de las cosas más lindas del voluntariado es que el aprendizaje es constante. En cada actividad en conjunto con lxs vecinxs se aprende algo nuevo conociendo las vivencias de las distintas familias. Por un lado, a través de la experiencia en construcciones de viviendas o proyectos de infraestructura comunitaria adquirí saberes técnicos de construcción o carpintería que hoy aprovecho para hacer proyectos en mi casa, por ejemplo. Por otro lado, en TECHO siempre hay espacio de debate, reflexión y formación y en esas instancias aprendí mucho sobre pobreza, desigualdad, conceptos relacionados al hábitat, gestión comunitaria de proyectos, liderazgo, perspectiva de género, entre muchas otras”, decía Nicolás, un joven con varios años de experiencia como voluntario en esta entrevista.
Según un Informe de la experiencia de voluntariado en TECHO realizado en 2019, el 60% de las personas respondió que a través de su participación en la organización conoció por primera vez un asentamiento. El 64% de las personas afirmó que TECHO aportó al fomento de la participación ciudadana y permitió el conocimiento de diversas realidades; mientras que el 50% aseguró que modificó su proyección y área de interés profesional luego de esta experiencia.
Estas son algunas propuestas desde las cuales podés ayudar como voluntario o voluntaria:
- Ciclos de formación. Participá brindando ciclos de formación para referentes y referentas comunitarios de distintos temas: legal, género, integración socio-urbana, política.
- Programa de Construcción de Veredas. Sumate a las jornadas de planificación y ejecución del programa.
- Programa de Construcción de Viviendas de Emergencia. Participá en el proceso de encuestamiento a las familias para conocer su situación habitacional, en la asignación comunitaria junto a aquellas con las que se construirá una vivienda de emergencia y sumate al fin de semana de la construcción.
- Proyectos comunitarios de acceso al hábitat. Participá de distintos proyectos de infraestructura comunitaria, acceso a servicios o fortalecimiento de las capacidades comunitarias.
ELEGÍ TU ACTIVIDAD Y SUMATE AL VOLUNTARIADO
Otra forma en la que podés ayudar es mediante una donación económica.
El trabajo que se realiza cada fin de semana en los barrios populares es posible a través del aporte mensual de la comunidad de socias y socios de la organización, que permiten sostener estas intervenciones a lo largo del tiempo. Podés sumarte en el siguiente link. También podés realizar una donación por única vez.
- Si vos y 11 personas donan 1.000 pesos podemos financiar la aislación térmica de la vivienda de emergencia para una familia que lo necesita.
- Si vos y 100 personas más donan 700 pesos podemos construir 100 metros de veredas para mejorar la movilidad de las personas en un barrio.
- Si vos y 100 personas donan 2.000 pesos podemos construir una vivienda de emergencia para una familia que lo necesita.
- Si vos y 2 personas donan 3.000 pesos, podemos comprar los pilotes para armar la base de una vivienda de emergencia para una familia que lo necesita.
La campaña del mes cuenta con el apoyo de la Solutions Journalism Network (la Red Mundial de Periodismo de Soluciones).