¿Querés saber cómo podés participar de esta campaña del mes?
- Doná alimentos para colaborar con el espacio de primer infancia en el que las mujeres pueden dejar a sus hijos mientras van a la escuela.
- Hacé un aporte económico para sostener los servicios de dicho espacio.
- Colaborá como voluntario/a para cuidar y atender a niños/as en este lugar.
- Contanos a cuál de las propuestas te sumaste y cómo fue tu experiencia.
En RED/ACCIÓN hemos hablado muchas veces de las tareas de cuidado. Entre otros datos que ayudan a vislumbrar la falta de equidad de género, te contamos que las mujeres dedican en promedio el triple de tiempo a tareas de cuidado que los varones. Y esto, claro, les quita tiempo para desempeñarse en un trabajo remunerado. Pero también para estudiar.
Si una mujer adulta tiene hijos o hijas a cargo y decide estudiar, es necesario contar con algún espacio de cuidado para las personas menores. “Empecé el secundario nocturno el año pasado porque me enteré de que había un Espacio de Primera Infancia. Si no, no hubiese podido ir al colegio”, cuenta Gloria Pintos, que tiene 37 años, una hija de menos de un año y dos hijos, de 5 y 8.
El espacio de primera infancia al que se refiere es La Casita de Nazaria, uno de los proyectos que lleva adelanta la Asociación Civil Bajar a la Calle. Se trata de un lugar donde se cuidan hijos e hijas de estudiantes (mayoritariamente mujeres) que están terminando su educación media en el Instituto Parroquial Virgen Inmaculada, un colegio secundario de Villa Soldati. El espacio de primera infancia funciona de 18 a 22 y el año pasado recibió a 34 chicos.
“Recibimos a los chicos con la merienda y los despedimos con la cena”, cuenta Natalia Brinatti, parte de Bajar a la Calle. “Contamos con dos maestras y una auxiliar, que trabajan en forma permanente. Y este año queremos sumar al equipo a una fonoaudióloga y una psicopedagoga que venga todas las semanas. Porque esas son las necesidades de las niñas y niños del barrio”, agrega.
“Contar con un espacio como La Casita de Nazaria es muy importante para terminar el secundario, ya que podemos contar con un lugar donde nuestros hijos puedan estar cuidados y seguros cerca nuestro, muchas veces se nos hace imposible encontrar a alguien que los cuide”, dice Micaela Giselle Ojeda, de 28 años y tres hijos, uno de los cuales va al espacio de primera infancia. Ella estudió tres años y terminó el secundario el año pasado. “Completarlo es una herramienta importante para encarar nuevos proyectos y objetivos, y también fue culminar algo que tenía pendiente conmigo misma”, cuenta.
Este marzo, mes de la mujer, te proponemos ayudar a que este espacio de primera infancia crezca y que más mujeres puedan disponer de él para completar el secundario.
Doná alimentos
Las comidas son una parte clave de La Casita de Nazaria, ya que, como contábamos, en este espacio reciben a los chicos con la merienda y los despiden con la cena. Especialmente, allí necesitan ayuda con alimentos propios de la merienda de los chicos, como leche, chocolate, azúcar, té, mate cocido, galletitas, alfajores, cereales, entre otros.
Las donaciones podés acercarlas o mandarlas a Villa Soldato (Pasaje C y Mariano Acosta) o en la sede del voluntariado, en Villa Pueyrredón (CABA). En cualquiera de los dos casos, tenés que contactar telefónicamente antes para coordinar la entrega.
Aportá para sostener los servicios del espacio
La asociación lleva adelante una campaña de recolección de fondos para sostener el trabajo de La Casita de Nazaria. Una forma muy práctica que podés colaborar es donando para garantizar que todos los menores que asisten cuenten con la cena. Aproximadamente, por cada 300 pesos que dones cubrís la cena de un chico.
Por otro lado, podés hacer donaciones más grandes que ayuden a solventar sueldos de profesionales que buscan sumar, como una fonoaudióloga y una psicopedagoga.
Sumate como voluntario/a
Si estás cerca de Villa Soldati, también podés colaborar con tu tiempo para cuidar a los niños y pequeños que asisten por la tarde/noche a La Casita de Nazaria. En caso de que cuentes con experiencia en el trabajo con niños/as o bebés, contactate. Vas a tener una entrevista, y luego un taller de capacitación. Según tu disponibilidad, podés ir una vez a la semana o al mes a dar un par de manos.
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