Caminar solo media hora al día es una medida efectiva y de bajo costo para reducir el dolor de espalda - RED/ACCIÓN

Caminar solo media hora al día es una medida efectiva y de bajo costo para reducir el dolor de espalda

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De acuerdo a una investigación publicada en The Lancet, este ejercicio de escaso riesgo tiene el potencial de adaptarse a diferentes estilos de vida independientemente del nivel socioeconómico o ubicación geográfica. Y es particularmente relevante en un contexto de aumento del dolor lumbar a nivel global.

Caminar solo media hora al día es una medida efectiva y de bajo costo para reducir el dolor de espalda

Foto de Dương Nhân: https://www.pexels.com/es-es/foto/persona-caminando-3049725/

El dolor lumbar afectó a 619 millones de personas en todo el mundo en 2020, un aumento del 60 % con respecto a 1990, y la cifra incrementará a 843 millones de personas para 2050, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, casi siete de cada diez personas que se recuperan de un episodio van a experimentar una recurrencia durante el año siguiente. En este contexto, investigadores analizaron la eficacia de una actividad simple y accesible para hacerle frente al problema: caminar.

El ejercicio no solo es de bajo riesgo, sino que se adapta a estilos de vida ajetreados y es accesible para la mayoría de las personas independientemente de su nivel socioeconómico o ubicación geográfica, acentúa el estudio publicado en The Lancet. Sumado a la disminución del dolor de espalda, ofrece otros beneficios como una mejor salud cardiovascular, mejor cognición, mejor estado de ánimo y un menor riesgo de enfermedades no transmisibles.

Según la investigación: “Al ser accesible y de bajo costo, esta intervención tiene un mayor potencial de implementarse con éxito a escala que las formas de ejercicio previamente investigadas. Estos resultados indican la importancia del manejo preventivo y podrían afectar la forma en la que se maneja el dolor lumbar”.

"No es necesario caminar 5 o 10 kilómetros todos los días para obtener estos beneficios", afirmó Mark Hancock, autor principal del estudio, en un comunicado. “Lo importante que debe recordar es comenzar con caminatas cortas y luego aumentar gradualmente la distancia y la intensidad a medida que mejora su condición física”, insistió. Al respecto, dijo que las personas que caminaban de tres a cinco veces por semana durante un promedio de 130 minutos por semana permanecían sin dolor durante casi el doble de tiempo en comparación con aquellos que no recibieron ningún tratamiento.

Para obtener estos resultados, el equipo del Grupo de Investigación sobre el Dolor Espinal de la Universidad Macquarie, Australia, realizó un ensayo llamado WalkBack que reclutó a 701 adultos del país que se habían recuperado recientemente de un episodio de dolor lumbar, que no se atribuyó a un diagnóstico específico y que duró durante al menos 24 horas. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a una intervención educativa y de caminata progresiva durante 6 meses o a un grupo de control sin tratamiento.

Rory Fagan se unió al ensayo en 2021 en medio de la búsqueda de alivio de una lesión en la espalda que sufrió jugando al rugby. En los tres años que lleva caminando tres veces por semana solo tuvo un episodio de dolor debilitante, contó a The Guardian. "El instinto de la mayoría de las personas es no hacer nada porque incluso dar un paso puede provocar una sacudida o un espasmo en la espalda”, sin embargo “el ejercicio es una forma de reducir el dolor a largo plazo”, amplió.

Hancock concluyó que aún “no sabemos exactamente por qué caminar es tan bueno para prevenir el dolor de espalda”. Y consideró: “Es probable que incluya la combinación de movimientos oscilatorios suaves, carga y fortalecimiento de las estructuras y músculos de la columna, relajación, alivio del estrés y liberación de endorfinas”.

Sumado a las caminatas, para el dolor lumbar crónico la OMS recomienda intervenciones no quirúrgicas como: 

  • Programas educativos que apoyen el conocimiento y las estrategias de autocuidado.
  • Programas de ejercicio.
  • Algunas terapias físicas, como terapia de manipulación espinal y masajes.
  • Terapias psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual.
  • Medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos.

En contraste, la agencia sanitaria desaconseja prácticas como:

  • Aparatos ortopédicos, cinturones y/o soportes lumbares.
  • Algunas terapias físicas, como tracción (es decir, tirar de una parte del cuerpo).
  • Algunos medicamentos, como los analgésicos opioides, que pueden asociarse con sobredosis y dependencia.