Precipitaciones y sequías más intensas. Temperaturas cada vez más elevadas. Deterioro del ambiente. Pérdida de biodiversidad. La ciudadanía global reconoce el cambio climático y los problemas ambientales, pero no como una prioridad del presente, sino a futuro.
Esta es una de las principales conclusiones de la consulta global realizada por Naciones Unidas con motivo de su 75° aniversario, que se celebra este año bajo el lema El futuro que queremos, las Naciones Unidas que necesitamos.
Mediante encuestas y diálogos de enero a agosto, la Iniciativa 75 se presentó como la más grande conversación del mundo sobre los desafíos del presente y el futuro para escuchar a las personas e incorporar sus percepciones en las acciones de la organización internacional. El objetivo de la iniciativa: conocer las esperanzas y temores, las prioridades para la cooperación internacional y la percepción sobre Naciones Unidas.
Una de las principales fuentes de recolección de información fue una encuesta online de un minuto disponible en 64 idiomas, que contó con la participación de más de un millón de personas, incluyendo lectores de RED/ACCIÓN (como medio, difundimos y acompañamos activamente la iniciativa, por ejemplo, organizando conversaciones virtuales). Para aquellos lugares sin acceso a Internet, se trabajó con las oficinas y socios locales, comunicación telefónica y vía mensajes de texto.
Desde abril, se le incorporaron preguntas sobre la pandemia. La participación fue mayoritariamente joven y adulta: el 45% de los que respondieron voluntariamente pertenecen a la franja etaria de 16 a 30 años, y el 28% a la de 31 a 45.
Además, la consulta incluyó las opiniones obtenidas en más de 1.000 diálogos llevados a cabo en 82 países, un sondeo de una consultora independiente en más de 50 países, análisis en medios y redes sociales en 70 países, y un mapeo de investigación en seis idiomas.
El reporte de resultados se presentó este lunes 21 de septiembre, en el marco de un día de celebración por los 75 años de la organización. Aquí lo más destacado.
Las dos crisis de nuestro tiempo
La visible: el coronavirus. La latente: el cambio climático. Ambas se visibilizan en la percepción de la ciudadanía global, con una distinción entre el presente y el futuro.
El acceso universal a la atención médica aparece como la principal prioridad inmediata para una mejor recuperación ante la pandemia, según la mayoría de los participantes en la encuesta de un minuto y como una constante en las distintas regiones del mundo. A ella la acompañan invertir más en educación y juventud, y acceso universal a agua segura y saneamiento. Es decir, se observa una preocupación presente por hacer progresos en materia de servicios básicos.
Otras prioridades: mayor solidaridad internacional y un mayor apoyo a los lugares más afectados por la pandemia. ¿Cómo? Actuando ante a la pobreza y las desigualdades, y fomentando el empleo.
Hacer frente a la crisis climática aparece en un octavo lugar en lo que a prioridad inmediata para la recuperación ante la pandemia respecta. Pero el cambio climático y los problemas ambientales aparecen como la principal preocupación que afectará a futuro a los participantes de todas las regiones.
Es decir, los encuestados tienen esperanza de que el área de salud y educación mejore en el largo plazo, pero se muestran preocupados por el impacto futuro del cambio climático. Y ello tiene una explicación: las repetidas falencias de la comunidad internacional en hacer frente a la actual crisis climática y ecológica con la urgencia y ambición que requiere.
Un 49% de los participantes a nivel global considera que la condición del ambiente empeorará para 2045, frente a un 22% que cree que mejorará. El 29% restante cree que se mantendrá igual.
Los encuestados de América Latina y el Caribe y Asia Oriental y Sudoriental se han mostrado preocupados por el impacto del cambio climático en la vida de los más pobres y vulnerables, y en la intensificación de desastres ambientales, como inundaciones, sequías, huracanes, incendios y nuevas enfermedades relacionadas con los ecosistemas y la deforestación. Ambas regiones se muestran también intrigadas por las migraciones masivas a las que podría dar lugar el cambio climático.
“Estos problemas globales afectan en mayor medida a las poblaciones más vulnerables porque no cuentan con los recursos adecuados. Generalmente, se instalan en lugares de alto riesgo natural que no aseguran una buena calidad de vida. Los efectos del cambio climático son conocidos, pero es necesario visibilizar a todo el mundo aquellos países y comunidades que están siendo fuertemente afectados por esto”, expresó un participante de Argentina en uno de los diálogos convocados.
¿Qué acciones propone la ciudadanía global para hacer frente al problema? Uso de nuevas tecnologías, herramientas e información para un empleo más eficiente de los recursos renovables; mayor compromiso de los países más emisores; sanciones a los contaminadores; más financiamiento para la acción climática; y mayor atención a la protección y conservación de los recursos naturales.
Un joven representante de Emiratos Árabes Unidos expresó en uno de los diálogos: “Al igual que con poner fin a la pandemia, un país que lo esté haciendo bien no mitigará el cambio climático por sí solo. Necesitamos trabajar juntos; la crisis climática no llegará a su fin cuando lo haga la pandemia”.
Proteger el ambiente aparece en consecuencia como la principal prioridad de acción para los próximos 25 años. ¿Otras prioridades a futuro? Garantizar acceso a servicios básicos, mayor respeto por los derechos humanos y resolver conflictos.
La percepción sobre el trabajo de Naciones Unidas
Seis de cada 10 encuestados creen que Naciones Unidas ha hecho del mundo un lugar mejor y el 74% la ve como un actor esencial para abordar los desafíos globales. Al mismo tiempo, más de la mitad todavía ve a la organización como algo alejado de sus vidas y reconoce saber poco sobre ella. En relación con este último punto, el análisis de los medios de comunicación reveló una escasa cobertura sobre las Naciones Unidas, centrando sus reportes en los conflictos y violencia, y salud.
Una recomendación común que surgió de los diálogos es la necesidad de una organización más inclusiva en la diversidad de sus actores. Por ejemplo: incluyendo más mujeres, jóvenes y grupos vulnerables en los procesos de toma de decisiones, trabajando con las comunidades locales, promoviendo la cooperación regional, interactuando con emprendedores para soluciones innovadoras.
Conversaciones virtuales: cómo reducir el impacto de la pandemia en las comunidades vulnerables
En lo que a hacer frente al cambio climático y cuidado del ambiente respecta, el 74% de los participantes de la encuesta de la consultora privada considera que Naciones Unidas viene trabajando algo o mucho.
La cooperación internacional se evidenció como necesaria ante la crisis por el coronavirus: el 87% de los encuestados la considera vital para hacer frente a los desafíos actuales.
