Y yo volví a la cobertura con micrófono, cámara y, dadas las circunstancias, barbijo. Aquí te comparto lo que vi, escuché, acompañé en la reciente movilización en Buenos Aires. Una edición donde el activismo es protagonista.
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Movilización popular nacional. Niños, jóvenes, adultos. Familias enteras. Grupos de amigos. Escasas banderas políticas. Múltiples carteles con reclamos. Sentada, marcha, cánticos, discursos. La sociedad civil argentina volvió a las calles. Y sí, digo la sociedad civil argentina.
No sólo los jóvenes activistas, no sólo las organizaciones ambientalistas. Ellos convocaron, organizaron, movilizaron. Pero en las calles se sintió que hay una causa común que empieza a despertar conciencias e involucramiento, y que va más allá de quienes vienen trabajando en la causa ambiental.
La movilización popular de este lunes #22M tuvo acciones presenciales en distintos puntos de Argentina. Yo aquí me centraré en lo ocurrido en Buenos Aires, porque fue donde pude estar, cubrir y, sí, también acompañar.
- La fecha excusa. Como cada 22 de marzo desde 1993, el lunes fue el Día Mundial del Agua. Y esa fue la fecha elegida para la movilización popular por un motivo no menos importante: el agua es un recurso vital que se pone en juego en muchas de las actividades productivas que se desarrollan o quieren implementar en el territorio. Al mismo tiempo que, aún en 2021, sigue siendo un recurso escaso para muchos ciudadanos. Porque, como decía un cartel, "el agua vale más que todo".
- El contexto nacional. Incendios en la Comarca Andina. Intento del gobierno provincial de Chubut de modificar la ley en favor de la megaminería. Escasa ambición para hacer frente a la actual crisis climática. Estas fueron las gotas que rebalsaron un vaso de observación y reclamo que, aún en el contexto de la pandemia, la sociedad civil venía manteniendo activo. Fueron el punto en el cual decir basta y volver a salir a las calles.
- Las acciones. Bajo un primer sol radiante, las distintas organizaciones convocantes empezaron a preparar sus banderas, sus carteles, sus ubicaciones en la Plaza Congreso. A las 16.30, el protagonismo fue de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) que realizó un verdurazo como manifestación para que se respete el trabajo de las familias productoras. "La tierra para quien la trabaja", "Sin agua no hay soberanía alimentaria", citaban algunos de los cartones colocados entre las verduras que rápidamente tomaron los presentes.
Mientras, varias personas comenzaron a sentarse en el piso frente al Congreso de la Nación. Pasadas las 17, eran tantos que incluso cortaron una de las calles. No hubo cánticos, ni discursos. De hecho, había un cierto silencio. No importaba tanto quién estaba sentado allí, sino el reclamo que gritaba su cartel y que, en la comunidad con los demás, parecían unirse en un grito.
- Los reclamos puntuales. Múltiples, pero todos coinciden en la necesidad de una política pública ambiental que promueva la transición energética y productiva de forma sostenible y justa. Y este último adjetivo es el que más han buscado resaltar los presentes, para que la acción ante la crisis climática y ecológica sea con justicia e involucramiento de todos.
Entre los propósitos de la movilización, se buscó visibilizar la necesidad de avanzar en la sanción de algunas leyes: la de humedales, la de acceso a la tierra, la de acceso al agua, la de reciclado con inclusión social y la de educación ambiental. Además, se pidió por la efectiva designación de recursos a los equipos que combaten catástrofes ambientales, como los incendios. Y se recordó que la acción ante el cambio climático debe ser urgente, real y ambiciosa. Es decir, con menos discursos bonitos y más políticas implementadas.
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La movilización, en algunas voces. Sería imposible reproducir las voces de todas las agrupaciones, grupos etarios, sectores, demandas que parecieron confluir en un mismo movimiento socioambiental el viernes pasado. Aquí, un pequeño intento de incluir a algunas de esas voces representativas.
- Nicole Becker, activista climática y miembro de Jóvenes por el Clima. "Nos movilizamos porque estamos en una emergencia climática, en Argentina, y en el mundo. Porque tenemos miedo al futuro que vamos a heredar, y somos los guardianes de nuestro presente. Porque la crisis climática ya llegó y, por ahora, escuchamos más bla bla bla que acción. Entendemos que los cambios son complejos, pero tienen que empezar hoy, no mañana. Nos movilizamos porque la esperanza está en el movimiento y ningún derecho se conquistó sin salir a la calle".
- Tatiana Pizzarelli, promotora ambiental del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). "Si bien como mujeres cartoneras nosotras tomamos una responsabilidad desde hace muchos unos años en enseñar separación de residuos en origen, lo que vinimos hacer es plantar esta lucha, hacer visible el trabajo que nuestros compañeros vienen haciendo a diario. Dentro del sector, estamos peleando por una Ley de Envases que tiene que ver con que las grandes cadenas se hagan responsables de residuos como envases o tetrabrik, que hoy no tienen recuperación por mano de nuestros compañeros ni hay una industria que los pueda procesar".
- Máximo Mazzocco, fundador de Eco House Global. "Hay muchas promesas, pero la protección del ambiente en el Presupuesto nacional sigue siendo igual de baja. ¿Cuál es el proyecto de país? ¿Hacia dónde vamos?".
- Flavia Broffoni, activista, politóloga y co-fundadora de XR Rebelión o Extinción Argentina. "La convocatoria reúne a cientos de organizaciones socioambientales haciendo uso de una efeméride que, en realidad, es una excusa para poder juntarnos a decirle al Estado que necesitamos que se habiliten mecanismos de participación directa para decidir sobre los proyectos extractivistas. Cada vez que estamos debatiendo públicamente que se instalen granjas de producción de cerdos para exportar a China, que en el Chaco van a usar un millón y medio de litros de agua por día; lo que estamos en realidad discutiendo es negociar un recurso absolutamente imprescindible para la supervivencia de las comunidades en la ruralidad a cambio de alimentos que, en el caso de China, no necesitan que se produzcan en nuestro país".
- Sofía Muro, enlace nacional de Climate Save Argentina. "Si hablamos de vivir mejor, nada que destruya puede ser llamado progreso. La megaminería, el fracking, el agronegocio, las megafactorías de animales... son un paquete explosivo que necesita del agua, pero que, por sobre todo, la contamina. Es por eso que exigimos una transición hacia modelos de producción sustentables. Existe otra forma de hacer, en armonía con la naturaleza y su biodiversidad, donde las comunidades deciden qué, cómo y cuánto producir. Es hora de que los gobiernos las escuchen. Las luchas se logran en la calle y es importante que cada vez seamos más lxs involucradxs".
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La huelga global por el clima. Fue el viernes pasado -19 de marzo- que la juventud convocó no sólo al primer Global Climate Strike del año, sino también al primero que, desde el inicio de la pandemia, tuvo mayores acciones en las calles, desde Berlín hasta la Antártida.
Con barbijos, distanciamiento físico y con los mensajes de sus reclamos ocupando las calles de Suecia, la activista impulsora de los Viernes por el Futuro Greta Thunberg relacionó ambas crisis actuales asegurando que, si los tomadores de decisión reconocieran a la crisis climática como tal y como están haciendo con la pandemia, el resultado en la acción sería otro.
"No más promesas vacías" fue el lema elegido para esta huelga global por el clima que tuvo acciones presenciales y online en 1086 lugares en 68 países. La que a mí más me impactó visualmente: la que ven en la fotografía de arriba. La activista y científica climática de 24 años, Shaama Sandooyea, llevó el reclamo a la profundidad del Océano Índico.
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Para ver: documental sobre (o para) activismo. Llevo varios años viendo producciones audiovisuales vinculadas a ambiente, pero estos días no encontraba una que se centre en el tema que hoy nos convoca. Así que recurrí a una de las personas que más ha estudiado -e incluso- militado el activismo socioambiental, Martín Vainstein, y te traslado su recomendación: How to let go of the world (and love all the things climate can't change), en un intento de su traducción al español Cómo dejar ir el mundo y amar todas las cosas que el clima no puede cambiar.
El mismo director de Gasland, Josh Fox, continúa su investigación sobre el cambio climático, recorriendo 12 países en los seis continentes. Ante el reconocimiento de que puede ser demasiado tarde para frenar algunas de las peores consecuencias, el documental busca reflexionar: ¿qué es lo que el cambio climático no puede destruir? ¿Qué hay tan profundo dentro de nosotros que ninguna calamidad puede eliminarlo?
Según Martín, "visibiliza a muchas personas y moviliza lo que unx puede sentir". Lo podés encontrar en iTunes, HBO o aquí. ¡Yo ya me lo anoté para ver!
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En agenda: La Hora del Planeta. Promovida por el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), llega una nueva edición del evento mundial que, desde 2007, busca despertar conciencia sobre el cambio climático a partir de una acción muy concreta: apagar las luces durante 60 minutos. El propósito de esto es reflexionar sobre el sistema de quema de combustibles fósiles a partir del cual satisfacemos nuestras necesidades energéticas y sobre la necesidad de acelerar la transición hacia fuentes renovables.
Por el contexto de la pandemia, no habrá eventos presenciales, pero sí en formato online. Y por ese mismo contexto de una pandemia de origen zoonótico, se sumará la concientización acerca de nuestro vínculo con la naturaleza y del crucial acuerdo al que se debería alcanzar en la próxima Cumbre de la Biodiversidad para definir la acción de la próxima década.
La invitación de apagar las luces es este sábado 27 de marzo a las 20.30 horas de tu ciudad. Más información aquí.
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Ser sustentables: y activar, activar, activar. Es la principal conclusión a la que llegamos con las distintas personas con las que conversé en la movilización. Aún cuando el conocimiento sobre el daño que le estamos ocasionando al planeta y la inacción de los tomadores de decisión nos despierten impotencia, lo mejor que cada uno desde sus distintos roles ha encontrado en este último tiempo es activar, es transformar eso difícil de describir en acción. Así que, si aún no encontraste tu forma de activar, la lectura de esta edición puede ser el disparador.
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Como argentina, no puedo dejar de hacer una mención al motivo que nos convoca el feriado de este miércoles. Al cumplirse 45 años del último golpe que dio inicio a la dictadura militar, en este Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, y ante la imposibilidad de marchar por la pandemia, Abuelas de Plaza de Mayo lanzó Plantamos Memoria. Se trata de una campaña nacional de plantación de 30.000 árboles en todo el territorio nacional que invita a toda la ciudadanía para sembrar memoria. Más info aquí.
Por lo demás, sólo quiero agregar dos palabras: Nunca Más.
Hasta el próximo miércoles,
Tais