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¡Buenos días! Se viene el Día Mundial contra el Cáncer. Y reflexionamos sobre cifras en relación a los avances en los tratamientos de la enfermedad. También repasamos algunas actitudes que se recomiendan para ayudar emocionalmente a pacientes.
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No podemos negar que la palabra cáncer aún tiene una connotación fuerte: cuesta hasta decirla. Hace 30 años o más, su carga era mucho más pesada. Pero con el tiempo, gracias al avance de la medicina, ha perdido mucho de esa presunta peligrosidad.
Pero empecemos por decir que cada año de las 130.000 personas a las que se diagnostica cáncer por lo menos la mitad se cura. Del resto, gran parte tiene una vida muy extensa. Para hablar de la esperanza vinculada al cáncer, la realidad nos dice que no es lo que era hace algunas décadas atrás.
Hoy son tantos y tantas los que se curan y curaron, que aproximadamente cada 20 personas a nuestro alrededor una es expaciente de cáncer curada. Son números muy esperanzadores. Hace 40 o 50 años se curaban la mitad de las personas que se curan hoy en día. En síntesis, miles y miles de personas continúan sus vidas tras un diagnóstico de cáncer.
Entonces, lo primero para hacer para abordar una temática que nos hace ruido es mirar las estadísticas, que nos dan una esperanza real. No es algo imaginario, ni retórico, ni espiritual. De a poco, el cáncer se vuelve una enfermedad crónica. Y ojalá en algún momento sea una enfermedad del pasado.
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¿Cómo acompañar a una personas enferma de cáncer?
Podemos hablar de la importancia de la ternura, de los abrazos. De las recomendaciones que llegan desde la psicología para acercarnos a un paciente con cáncer.
El punto número uno es estar. Estar cerca, al lado. La fuerza de la presencia, de acompañar, tiene un poder enorme. Decirle a alguien “no estás solo/a” es posiblemente el mensaje más importante que podamos dar.
En segundo lugar, como pocas veces, surge ante esta situación la importancia de escuchar. Quizás haya mucho para escuchar. O poco. Pero más allá de eso, hablar poco y escuchar mucho, con poco juicio, también es una forma de abrazar.
Y en tercer lugar en relación al apoyo emocional de pacientes con cáncer es clave mostrar un interés. Expresar que nos preocupa la salud de la persona. Mostrarnos lejos de la indiferencia.
Luego vienen otras pequeñas sugerencias.
Una de ellas es tener cuidado sobre cómo alentar. Decirle a un paciente con cáncer que “hay que ponerle actitud” o “estar positivos”, no es lo más recomendable. Quizás un paciente no siente las fuerzas necesarias para mirar las cosas como nosotros.
Más allá del tratamiento de cáncer, la vida continúa. Por eso al visitar a alguien con cáncer podemos hablar de muchas otras cosas. Como con cualquier otra persona podemos hablar de lo que pasa, de las noticias, de la realidad, de cosas buenas. No es necesario que siempre abordemos el tema de la salud.
Otra recomendación es hablar poco o nada sobre otras experiencias que tuvieron el mismo diagnóstico. A veces puede ser una esperanza. O puede ser mal tomado. Hay testimonios maravillosos, pero no para acompañar a alguien en un tratamiento contra el cáncer.
Por otro lado, hay un debate profundo en relación a términos “bélicos” en relación al cáncer. Hay quienes hablan de ser “guerreros” o “luchadoras”. Pero hay pacientes que no se sienten así, o que no creen tener la energía para ser catalogados de esa manera. O simplemente encuentran esa analogía desafortunada.
Y reiteramos algo: se recomienda no dar consejos.
Pan American Energy busca ser un promotor activo en el desarrollo de las comunidades en las que opera. Por ello, lleva a cabo acciones de triple impacto para crear valor económico, social y ambiental a través de la articulación público-privada. Su trabajo en Sustentabilidad se basa en cuatro ejes estratégicos: educación y cultura, salud y deporte, desarrollo local y ambiente. En el último año, con sus más de 100 programas, la compañía alcanzó a más de 300.000 personas.
Conocé más en pan-energy.com/sustentabilidad
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Hemos hablado varias veces sobre el cáncer desde la mirada constructiva que proponemos en RED/ACCIÓN.
"Lo primero que debería reconocer la familia de un niño diagnosticado con cáncer es su propia vulnerabilidad y aceptar toda ayuda", nos contó en esta entrevista Edith Grynszpancholc, quien a raíz de la muerte de su hija creó la fundación Natalí Dafne Flexer para ayudar a niños y niñas con cáncer y sus familias.
En esta otra entrevista, Marcela Alonso, especialista de la organización Fundavita, explica por qué son fundamentales los chequeos y de qué manera influye la parte emocional en un tratamiento oncológico.
Dijimos que resulta clave escuchar a pacientes con cáncer. Así que quizás una buena manera de hacerlo es leer este testimonio de Verónica, una periodista que cuenta sus miedos y dudas ante un diagnóstico de cáncer de mama.
Así como destacamos el avance de la medicina para que el cáncer sea cada vez menos una enfermedad terminal, también es notable cómo desde otras áreas se desarrollan soluciones para acompañar a pacientes y sus familias. Muchas de estas soluciones están llenas de ternura. Como el modelo desarrollado por la Fundación Donde Quiero Estar: un programa de fortalecimiento emocional en el que trabajan voluntarios, entre ellos profesores de arte, reflexólogos y psicólogos. Podés leer más acá.
Y una lectura recomendada más: la historia de Agustina, que tras superar un cáncer de mama creó @wikicancerarg, una comunidad de pacientes y expacientes. “En comunidad es más fácil”, dice en la bio de su cuenta de Instagram. Leé su testimonio acá.
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En un par de días comienza febrero y renovamos nuestra campaña del mes. Estamos trabajando en un listado de iniciativas que ayuden a estudiantes que pronto comenzarán un nuevo año de clases. Algunas juntan útiles. Otras aportan becas para garantizar la continuidad educativa. ¿Cónocés casos como estos u otros similares?
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A propósito del inicio de clases, te recomiendo la nota que publicamos recientemente en RED/ACCIÓN. Se trata de la historia de Patricia y Gonzalo, una pareja que decidieron compartir más que el amor que se tienen, sino también un proyecto solidario. Con esa idea, comenzaron a ayudar a una escuela de Santiago del Estero. Y luego a otra, y a otra. Crearon una fundación mediante la cual apadrinaron a una docena de escuelas rurales.
Acá te dejamos el link para que leas la nota.
Cuidate mucho, cuidalas mucho, cuidalos mucho.
Te mandamos un gran abrazo.
Juan y David