Estará en Campana, en el norte de la provincia de Buenos Aires, y ocupará 5500 hectáreas, un área equivalente a un cuarto de la superficie de la ciudad de Buenos Aires. Como gran parte son humedales, el área contribuye a retener agua los días de tormenta o sudestada.
La provincia de Buenos Aires está cada vez más cerca de contar con un nuevo parque nacional. Estará a 60 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, en el partido de Campana, y además de ayudar a preservar la fauna y flora típica de un humedal ofrece un beneficio ambiental determinante: contribuye a evitar inundaciones en los municipios del noroeste del conurbano.
El avance se logró la semana pasada, cuando la Cámara de Diputados le dio media sanción al proyecto de ley que integra 4.088 hectáreas de la reserva Otamendi, en poder de la Administración de Parques Nacionales, con otras 1.500 de la reserva Río Luján, de jurisdicción bonaerense. Ahora, será el Senado el que deberá formalizar el plan, algo que esperan lograr este año, ya que la propuesta tiene consenso.
Consultar el proyecto de ley del futuro parque nacional
El parque ocupará un área equivalente a un cuarto de la superficie de la ciudad de Buenos Aires. Estará cercado al oeste por la autopista Panamericana, al norte por la ciudad de Campana, al este por el río Paraná y al sur por el Luján y el arroyo Las Rosas.
El sitio preservará pastizales pampeanos, un área de barranca, islas del Delta y sobre todo humedales, lo que convierte al lugar en vital para minimizar los riesgos de inundaciones.
“Por su ubicación, tan metropolitana y urbanizada, será un parque muy importante. Porque los humedales tienen la capacidad de regular los excesos de agua al retener, absorber el agua y filtrarla a los acuíferos subterráneos”, explica geógrafa Patricia Pintos, miembro del Centro de Investigaciones Geográficas (CIG) de la Universidad Nacional de La Plata.
Pintos relevó desde el CIG que en la cuenca baja del río Luján -incluye Pilar, Campana, Escobar y Tigre- había hasta 2015 unas 9200 hectáreas de humedales que fueron rellenados para hacer 66 barrios cerrados. Por eso, cuando llueve mucho o hay sudestada, es más probable que el río Luján desborde y provoque inundaciones, como ocurre justamente en la ciudad de Lujan o, por ejemplo, en los barrios San Luis, en Escobar, o Las Tunas, en Tigre.
“Gran parte de los valles de inundación de la cuenca del Luján fueron alterados por la construcción de desarrollos inmobiliarios. Por eso es sumamente importante este nuevo parque: asegura la conservación de una gran porción de humedales”, sostuvo Marta Andelman, de la Fundación Humedales, que asesora a la Administración de Parques Nacionales en temas de conservación y manejo de cuencas y sus humedales asociados.
En el futuro parque habitan 309 especies de aves y 49 de mamíferos.
Más allá de las modificaciones que hubo en la zona, el futuro parque reúne uno de los sectores mejor conservados. En sus 5500 hectáreas podrá vivir o resguardarse el ciervo de los pantanos, una especie amenazada por la caza furtiva y la pérdida de su hábitat en el Delta.
Se estima que hay solo 800 ejemplares en toda la zona del Delta inferior, es decir desde Puerto Ibicuy, en Entre Ríos, hasta la desembocadura del Paraná en el Río de la Plata. Por eso, por ahora, el nombre elegido para el parque será el de Ciervo de los Pantanos.
También servirá para conservar especies como el lobito de río, la comadreja y el gato montés. Entre las aves, destacan la presencia de la pajonalera de pico recto, de la pava de monte y de la palomita azul. Y hay algunos registros del burrito colorado. En total, será un refugio de 309 especies de aves y 49 de mamíferos.
Fotos y video: Administración de Parques Nacionales
