Ecologizar la reestructuración de la deuda
La crisis del COVID-19 ha hecho que las dolorosas reestructuraciones de la deuda soberana sean inevitables para muchos países, Argentina incluida. Si no se puede evitar el dolor, los países deberían al menos aprovecharlo al máximo, ofreciendo condiciones más favorables a los deudores que mejoren la protección de los activos naturales como las selvas tropicales, los humedales, los océanos y la biodiversidad.