Silvina Scheiner
Se recibió con 9.47 de promedio en la universidad, pero por amor abandonó su idea de ser diplomática. Siguió a su esposo por el mundo. A los 40, se asentó en la Argentina e inició su vida corporativa. Tuvo su empresa, la vendió, y desde hace dos años es CEO de una empresa de telecomunicaciones. Sabe que su carrera fue poco común, pero cree que lo importante no es el camino, sino con qué actitud lo caminás.
Si bien trabaja para que las mujeres lleguen alto en las organizaciones y logren lo que se proponen, reconoce que hace poco aprendió sobre el empoderamiento. Criada en una familia patriarcal, durante años hizo lo que ”había que hacer” y se adaptó. Eso la condicionó, dice, pero no la hizo infeliz.
Es ruso, pero habla más porteño que cualquiera. Conoció la noche junto a cantores de tango y de cumbia. Dice que solo se mete en negocios que le permitan sentirse pleno, que no lo obliguen a bajar la mirada ante nadie. Cuenta que con esta empresa, luego de muchos intentos fallidos, pudo encontrarse a sí mismo.
Lidera desde Jujuy una startup internacional que, con herramientas de Big Data, decodifica más de 170 millones de publicaciones diarias en Mercado Libre para que los vendedores tomen mejores decisiones. Cree que hoy la clave es “aprender y desaprender rápido”.
La presidenta de la Región Sur de SAP cree que al talento hay que sumarle la práctica, y es una defensora acérrima de la visualización de los escenarios y las jugadas futuras para aprovechar las oportunidades.
La CEO de Visa asegura que las nuevas generaciones están ayudando a cambiar la percepción negativa que se tiene de los CEOs,y confía en que con el tiempo, los milennials entenderán que “no solo sirve aquello que te hace feliz”.
La CEO y cofundadora de Wormhole, una plataforma de capacitaciones online, asegura que "hace cinco años nadie hablaba de la privacidad". Y afirma que profesionalmente lo que más la motiva es "el impacto real" que logra con lo que hace.
El presidente de Accenture Argentina rescata el poder de la pasión, el valor de la transparencia y cuenta cómo hace para mantenerse actualizado y seguir aprendiendo
“El negocio y la gente me preocupan de igual manera. No estaría feliz si solo me ocupara de hacerle ganar plata a Google. En casa, con los chicos, nos hacemos espacio para dejar de lado toda la tecnología.”
“Una idea no vale nada. La gente cree que Preguntados se me ocurrió un día, caminando por la calle, y que con eso me hice millonario. Pero si no podés implementar una idea, no tenés nada.”
