El caos en el aula y el estrés docente se asemejan a un escenario descontrolado de amplificadores con comandos aleatorios, causando interrupciones y distracciones constantes. La falta de orden y la diversidad de necesidades educativas elevan el estrés y reducen la eficacia del aprendizaje, con un aumento notable en problemas de salud mental entre docentes y estudiantes.