Comemos con los ojos (y con los otros 4 sentidos)
Comer no es solo una necesidad fisiológica sino una experiencia rica y compleja que involucra todos los sentidos, elevando el acto de nutrirse a un fenómeno emocional y social. La presentación visual, el aroma, la textura, el sabor y hasta el sonido de los alimentos juegan roles cruciales en cómo los percibimos y disfrutamos.