No es la señora que ayuda en tu casa, es la señora que trabaja en tu casa
Durante mucho tiempo se han utilizado numerosos eufemismos para nombrar a las personas (nueve de cada 10 son mujeres) que lavan, planchan, ordenan, cocinan y hasta pasean a la mascota. Pero ellas no lo hacen por cariño, o porque les sobre tiempo. El trabajo doméstico es una actividad remunerada y como tal merece los mismos derechos que cualquier otra.