Los desafíos del patrimonio cultural ‘negativo’
El concepto patrimonio negativo fue introducido en 2002 por la antropóloga Lynn Meskell. Lo define como “un lugar conflictivo que se convierte en el repositorio de recuerdos negativos en el imaginario colectivo”. Algunos ejemplos son estatuas de esclavistas en Estados Unidos, el patrimonio franquista en España, o la casa natal de Hitler. La controversia trata principalmente sobre si estos son objetos a ser descartados, o ser expuestos modificando su significado.