Ignacio López-Goñi
Desde las lunas de Galileo hasta las imágenes del telescopio espacial James Webb, esta travesía por la historia de la ciencia revela cómo la visualización ha sido clave para desvelar los secretos del cosmos y lo minúsculo.
La cultura está formada por conocimientos, gustos y costumbres. La ciencia es fruto de la curiosidad del ser humano y del intento de entender el mundo en el que vivimos. Como producto del pensamiento humano, la ciencia es un componente esencial de la cultura.
Somos un complejo ecosistema en equilibrio con millones de interacciones entre microbios y nuestras células. Algunos cambios en este equilibrio puede dar origen al SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado), una alteración intestinal que ahora está en boca de todos.
La disposición de las personas a modificar hábitos, a incorporar rutinas nuevas ya cambiar el comportamiento es importante cuando se trata de controlar una pandemia, porque ello afecta al modo en que se relacionan.
Cada vez hay más evidencias de que la infección por esta variante supone un menor riesgo de hospitalización. Los primeros análisis que llegan sugieren un riesgo reducido de hospitalización entre las personas infectadas con ómicron en comparación con las infectadas con otras variantes, en el mismo período de tiempo.
Necesitamos tiempo para conocer más sobre esta variante. Pero lo que esto demuestra una vez más es que estamos en una pandemia global y lo que ocurra en otros países nos afecta. Cuantos más infectados haya por el mundo, más virus habrá, más variantes podrán surgir. La vacunación debe ser global
Uno de los epidemiólgos más respetados de Europa dice que ya no hay duda de que en España se encuentran en medio de una segunda ola de la pandemia. La situación es muy preocupante y una advertencia para la Argentina.
Sabemos que el diagnóstico temprano junto con el rastreo de los casos y la cuarentena de los contactos es lo que nos puede evitar el confinamiento de la población. No sabemos porqué muchas personas no presentan síntomas.
La comunicación en tiempos de crisis debe basarse en la confianza, transparencia, claridad, sencillez y rigor. Ahí es donde el papel de la comunicación y la divulgación de la ciencia tienen un papel esencial.
Para evitar la extensión de una epidemia hay que cortar la cadena de transmisión del virus. Esto se consigue cuando hay un número suficiente de individuos (por lo menos más del 60 %) que están protegidos contra la infección, actúan como una barrera e impiden que el virus alcance a aquellos que todavía podrían contagiarse. Esto es lo que se denomina inmunidad de grupo y se consigue cuando la gente ha pasado la enfermedad o cuando se vacuna.
Un grupo de expertos en Estados Unidos y España elaboró una hoja de ruta hacia la reapertura en la que marca cuatro fases hasta el desconfinamiento total.
Cuando queremos estudiar lo efectivo que es un test diagnóstico lo que hacemos es comparar su resultado en un grupo control de individuos que sabemos que están sanos o infectados.
La OMS hizo público un consorcio internacional para buscar un tratamiento eficaz para combatir el COVID-19. Participan la Argentina, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza, Tailandia y Bahréin. Ya hay varias propuestas terapéuticas y vacunas: jamás la ciencia había avanzado tanto en tan poco tiempo para combatir una epidemia.
El consenso de los expertos es que desacelerar la propagación del virus es casi tan importante como frenarlo. Explican que cuanto más lento se propague el virus, mejor podrán manejarlo los sistemas de salud.
Por primera vez en la historia estamos viviendo una epidemia a tiempo real: todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus.