La hoja de ruta que trazó el Gobierno para normalizar el atraso acumulado en los impuestos a la nafta y el gasoil generará un fuerte impacto en el bolsillo de los consumidores, de manera escalonada. De concretarse tal cual se anunció, la carga impositiva que forma parte del precio final en los surtidores aumentará, en promedio, más de un 210% en ambos casos hasta mayo.
La decisión política de no tener al día los impuestos a los combustibles le significó al Estado dejar de recaudar el equivalente a 2.800 millones de dólares, sólo el año pasado. Nada más y nada menos que el 0,4% del PBI. La administración nacional anterior postergó hasta el 1 de febrero el descongelamiento total que, de no haber sido fragmentado, hubiese sido del 377%.
A través del Decreto 107/2024, Nación acordó que en marzo se aplique el atraso correspondiente al primer y segundo trimestre de 2023, mientras que en abril y mayo se descongelará la cuota del tercer y cuarto trimestre del año pasado, respectivamente.
En el arranque de febrero el Gobierno actualizó la carga impositiva respectiva al segundo semestre de 2021 y de todo el 2022.
Teniendo en cuenta que la normativa vigente de impuestos toma como referencia la variación del IPC, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (CO2) aumentarán un 51%, en promedio, el mes que viene. Mientras que en abril será del 35% y en mayo del 53%.
En números
53% es el último aumento que registrará la carga impositiva de los combustibles en mayo. En total subirán más de 210% entre los valores actuales y mayo.
Así se desprende de un análisis que realizó la consultora especializada del sector, Economía y Energía (E&E), que lidera Nicolás Arceo.
Vale aclarar que esto no implica que los combustibles aumentarán ese monto, sino que lo que subirá en línea con esos porcentajes es la cuota de impuestos que forma parte del precio en los surtidores.
Estos montos son de referencia según un promedio nacional. Además, contemplan la exención a los biocombustibles y los volúmenes vendidos en la zona del sur de país, que abarca a toda la región (Ley Pichetto).
Combustibles: los aumentos en marzo, abril y mayo
Para tener de referencia, tras la suba de febrero, la cuota de impuestos por litro de nafta y gasoil pasó de representar unos $28 y $18, respectivamente, a unos $65 y $42, en cada caso.
En línea con el cronograma oficial, se espera que la porción de impuestos por litro de nafta y gasoil escale a $98 y $63, durante marzo. Mientras que ambos precios alcanzarán los $132 por litro de nafta y de $85 para el caso del gasoil, en abril.
En números
$202 por litro de nafta es lo que representarán los impuestos en mayo. Hoy es de $65 por cada litro.
Por último, la suba de mayor espesor quedará para mayo, y sufrirá todo el impacto de la devaluación del último mes de 2023. De esta manera, por cada litro, los impuestos pasarán a representar unos $202 en naftas y otros $131 en gasoil.
«Adicionalmente, en junio de 2024 la alícuota debería aumentar en función de la variación de los precios del primer trimestre de 2024», indicaron desde la consultora.
Teniendo en cuenta la incidencia de impuestos por litro de nafta ($65) y gasoil ($42) actual, los aumentos fijados hasta mayo significarán un incremento superior al 210% en la carga impositiva, en ambos casos.
Combustibles: la estrategia de Horacio Marín en YPF y el pedido de Luis Caputo
En un off the record cerrado a la prensa especializada que realizaron altas autoridades de YPF, reconocieron que el precio en los surtidores está «casi en línea» con la paridad de importación. Hacía tiempo que las empresas no gozaban de estos precios y refleja el impacto de las constantes subas que se realizaron los últimos meses.
Según publicó el sitio EconoJournal, la petrolera de mayoría estatal que lidera Horacio Marín les confirmó a petroleras no integradas que YPF no va a reconocer en marzo el precio internacional del crudo en el mercado interno, como estaba pactado. De hacerlo, además de los aumentos en los surtidores causados por los impuestos, se sumaría una cuota de mayor peso por este elemento que también impacta en los precios.
Esta decisión va a contramano de la estrategia original anunciada en diciembre, y responde a un pedido explícito del ministro de Economía, Luis Caputo. La intención del Gobierno es mostrar una mayor desaceleración de la inflación.
Esto no necesariamente significa que el precio del barril seguirá pisado como lo está ahora, sino que podría tener una hoja de ruta de aumentos similar a la que se trazó para los impuestos. Aunque este detalle no es público y se conserva bajo siete llaves.
Este contenido fue originalmente publicado en RÍO NEGRO y se republica como parte del programa «Periodismo Humano», una alianza por el periodismo de calidad entre RÍO NEGRO y RED/ACCIÓN.