En poco más de dos semanas el Gobierno nacional deberá decidir si la obstinación de reducir la inflación mensual vuelve a imponerse al calendario de aumento de impuestos a la nafta y el gasoil, o si mantiene la hoja de ruta anunciada. De respetarse lo oficializado, la carga impositiva que forma parte del precio final en los surtidores aumentará, en promedio, más de un 132% desde el 1 de junio, un hecho que podría condicionar las metas económicas.
Algo que quedó claro en los primeros meses de la administración de Javier Milei –al menos de la agenda que maneja el ministro Luis Caputo- es que hay metas económicas que se imponen sobre planes y calendarios, incluso si eso significa menos ingresos para las arcas del Estado.
Esto se reflejó el mes pasado, con la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 375/2024, en el que el Gobierno postergó la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos correspondientes al último trimestre de 2023, que se iba a implementar el 1 de mayo pasado.
En ese documento oficial se fijó el 1 de junio como nueva fecha para descongelar la carga impositiva, sin embargo, ahora se acumulará con la actualización de impuestos del primer trimestre de este año.
En números
132% es lo que aumentará en promedio la carga impositiva para los combustibles líquidos, a nivel nacional.
Teniendo en cuenta que la normativa vigente de impuestos toma como referencia la variación del Índice de Precios al Consumidor que publica el Indec, la carga impositiva de los combustibles aumentará más de un 132%, en promedio a nivel nacional, tanto para la nafta como para el gasoil desde el 1 de junio.
En detalle, el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (CO2) será del 53,3% por el último trimestre de 2023, y del 51,6% por el primer trimestre de 2024.
Así se desprende de un análisis que realizó la consultora especializada del sector, Economía y Energía (E&E), que lidera Nicolás Arceo.
Cada vez que se registra un aumento en los impuestos a los combustibles, las productoras lo trasladan al precio en los surtidores. Precisamente por esto es que las administraciones nacionales los aplazan.
Este incremento en puerta de más del 132% para ambos combustibles no implica que el precio final en surtidor aumentará a esa escala, sino que lo que subirá ese porcentaje será la cuota de impuestos que forma parte del precio final.
“Para el cálculo se contempló el monto promedio del impuesto, considerándose la exención a los biocombustibles y los volúmenes vendidos en la zona exenta del sur del país”, precisaron desde la consultora. Y sumaron: “Los incrementos por fuera de la zona exenta del sur del país resultan superiores”.
Aumento de combustibles: cómo impactará la suba de 132% en los surtidores
Entre enero y abril la cuota de impuestos en el precio de los surtidores subió más de un 370% tanto para la nafta como para el gasoil. Estos incrementos se explican por el prolongado congelamiento de impuestos que realizaron las administraciones nacionales anteriores, para evitar aumentos en los surtidores.
En línea con lo que marcó el Decreto 375/2024, el próximo 1 de junio deberá oficializarse un aumento promedio de la carga impositiva de los combustibles del 132%, para amos casos.
De oficializarse esta suba, la cuota de impuestos para la nafta alcanzaría los $307, mientras que en el caso del gasoil los $199, según normativa vigente. Respecto a los valores actuales, el aumento de junio significaría un incremento en el precio por litro de unos $140 en el caso de la nafta y de poco más de $100 en el del gasoil.
Vale señalar que estos precios son en promedio a nivel nacional, con lo cual en algunas zonas de país será más bajo y en otras más alto.
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