Desde el primero de abril volverán a aumentar los precios de los combustibles en todas las estaciones de servicios del país por la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) que, según definió el Gobierno nacional, deben ajustarse hasta ponerse al día.
Potr otra parte, el presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha), Isabelino Rodríguez, afirmó que es «preocupante» la caída de la demanda y que registraron mermas en las ventas de alrededor de un 25%.
Está previsto que estos impuestos se actualicen de forma trimestral y se trasladen directamente al precio en el surtidor, siguiendo el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Nación del mes anterior. El pasado 1 de febrero se actualizaron automáticamente cinco trimestres, que correspondían al cuarto del 2021 y los cuatro del 2022.
En la región, vale recordar que se aplica un descuento impositivo conocido como Zona Patagónica o Ley Pichetto, que es del 50% en la carga impositiva en el gasoil y exención total en naftas, por lo que la aplicación de estos impuestos tiene un impacto menor.
El atraso de los impuestos era del 377% por 27 meses de congelamiento, según la consultora Economía y Energía. En promedio, en todo el país, se registraron subas del 16% en el caso de las naftas, y del 8,5% para el gasoil. En la región fueron de 2,17% en las naftas y el gasoil 5,20%.
Estos tributos eran utilizados como una herramienta para evitar nuevas subas que impacten en el precio de los surtidores. Cuando se actualizan, las petroleras lo trasladan derecho al valor del litro de nafta y gasoil, a lo que le agregan otro porcentaje de suba por los otros índices que influyen en los precios.
Ahora, su actualización persigue el objetivo de aumentar la recaudación para las arcas del Estado. En el decreto de hoy, se determinó prorrogar la actualización de parte de los impuestos que corresponden a los cuatro trimestres del 2023, siguiendo un cronograma de subas publicado en el Decreto 107/24 en el Boletín Oficial.
La agenda de actualización se definió de la siguiente forma: el primer y segundo trimestres del 2023 en marzo y el tercer trimestre a partir del 1° de abril de 2024.
Otro punto que influye en el precio del surtidor es el aumento del bioetanol y biodiesel, que se mezclan en la nafta y el gasoil respectivamente. En febrero también se oficializó una suba en ambos biocombustibles, a través del decreto 5 y 6 publicados en el Boletín Oficial. Esta suba la registran las petroleras, que la terminan por trasladar a los valores que perciben los usuarios.
Sumado a los impuestos y el biocombustible, desde las refinerías se busca alcanzar la paridad de importación, por lo que los aumentos que se registren también pueden ir de la mano de un aumento en el producto en sí, ya que todavía están debajo tras un 2023 con periodos de congelamiento y control de precios.
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