Estados Unidos ya tiene un nuevo gobierno nacional y, a diferencia del anterior, inicia con noticias esperanzadoras para la política climática internacional. Aquí los invito a analizar por qué.
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Joe Biden es el nuevo presidente de Estados Unidos. El demócrata, de 76 años, asumió en la mañana estadounidense de hoy, junto a su compañera de fórmula Kamala Harris, quien hizo historia siendo la primera vicepresidenta mujer del país del norte.
"El grito de supervivencia viene del propio planeta", expresó el presidente electo durante su discurso inaugural y se refirió al "clima en crisis" como uno de los motivos por los cuales este es un tiempo de prueba para los tomadores de decisión.
Tras la salida del negacionista Donald Trump, y con el cambio climático como uno de los ejes centrales que los diferenció durante las elecciones, la comunidad internacional observa con atención lo que a partir de hoy haga el nuevo gobierno del segundo país más emisor de gases de efecto invernadero: Estados Unidos.
- El clima como prioridad de la Casa Blanca. Tras el cambio de gobierno (que no contó con Trump en la ceremonia inaugural), se actualizó el sitio web de la Casa Blanca con la información de la nueva administración nacional. Allí el clima destaca como una de las siete prioridades para el nuevo gobierno. ¿Su propósito? "Actuar ante la emergencia climática, cumplir con las demandas de la ciencia y liderar una revolución de energía limpia que empodere a los trabajadores y negocios locales".
Las otras seis prioridades: COVID-19, equidad racial, economía, servicios de salud, inmigración y restauración de la posición global del país. - La primera acción: regresar al Acuerdo de París. Acción que se realizará hoy mismo. Se espera que en la tardecita de Washington, Biden firme una serie de decretos presidenciales y, el que a mí y seguramente a vos más te interese es uno: iniciar el trámite de reincorporar a los EE.UU. al Acuerdo de París en cambio climático.
Ello se hará a partir de la presentación de la documentación correspondiente con la decisión ante la Convención Marco de Naciones Unidas en Cambio Climático (CMNUCC). A partir de ello, el plazo en que la medida se hará efectiva es de 30 días. Por lo que, salvo modificaciones en el camino, el próximo 19 de febrero EE.UU. estaría nuevamente dentro del Acuerdo de París. Y es algo que me tomaré como un regalo de cumpleaños 🙂 - Las promesas de campaña. Una ya la haría efectiva hoy con el mencionado trámite. Ella se complementará con la promesa de alcanzar la neutralidad en carbono para 2050. Ambas requieren más detalles sobre cuál será el objetivo de reducción de emisiones del nuevo gobierno y a través de cambios drásticos se llegará a esas metas. Lo interesante de ver: su énfasis en la transición energética como una oportunidad para generar trabajo (considerando el contexto de aumento del desempleo ante la crisis del coronavirus). Y ella se relaciona con lo siguiente...
- Los grises de su propuesta. No hay representante político perfecto. Y Biden no es la excepción. Hay dos cosas que más resonaron de sus propuestas: no prohibir el fracking y promover el gas como fuente de transición, ambas de fuerte y primordial presencia en algunos Estados del país como generadores de energía. Habrá que ver cómo ambas decisiones conviven con su promesa de no subsidiar a los combustibles fósiles y con la presión de la sociedad civil, que ya se hace sentir...
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El "legado" ambiental de Trump. Spoiler: no es bueno. Según un registro del diario New York Times, durante sus cuatro años de gobierno la administración de Trump ha desmantelado 84 políticas ambientales y ha dejado otras 20 en proceso desmantelamiento. Entre ellas, se encuentran normativas vinculadas a la regulación de emisiones por contaminación, seguridad y sustancias tóxicas, contaminación del agua, explotación y explotación.
Uno de los desafíos para Biden será recuperar esa marcha atrás que el gobierno anterior hizo con la política ambiental en generar.
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La voz de la juventud climática global no se hizo esperar. Por el contrario, en este día de asunción publicaron una carta directamente dirigida a la nueva fórmula presidencial Biden-Harris, exigiéndoles que mantengan sus promesas sobre acción climática.
"¿Desafiará los sistemas que iniciaron la crisis climática? ¿Se asegurará de que la recuperación y la transición justas sean lideradas por grupos marginados para garantizar una implementación justa? ¿Mantendrán sus promesas? ¿O celebrarán sus vagas metas para 2050 que ni siquiera alcanzaremos, según la ciencia? Nos gustaría saber. Nuestros ojos están puestos en ustedes. Se acabó el tiempo de las mentiras. Cumplan con sus deberes. Esperamos una respuesta", concluye la carta firmada por 12 activistas de distintos países, incluida la argentina Nicole Becker de Jóvenes por el Clima.
- Otras voces de la sociedad civil. La directora ejecutiva de la organización climática 350.org urgió a la administración de Biden -a través de un comunicado- a empezar a poner fin a los combustibles fósiles como motor de la actual economía.
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En agenda: libros que se vienen. Rosana, de esta comunidad de Planeta, me pidió que en esta sección recomiende algunos libros. Así que hoy aprovecho para comentarles de dos nuevas publicaciones que se lanzan en enero y febrero, y se relacionan con política climática internacional.
- How to avoid climate disaster, de Bill Gates. No pude acceder aún a su lectura, pero la propuesta se ve atractiva: un plan de propuestas con soluciones y acciones de Gates para alcanzar la neutralidad en carbono a tiempo, para evitar un desastre climático. Tengo algunos sentimientos encontrados con las acciones a favor (y otras en contra) del ambiente de Gates, pero sobre ello podemos profundizar otra día.
- Un futuro por decidir, por Christiana Figueres y Tom Rivett-Carnet. El lanzamiento actual corresponde a la versión en español del libro publicado el año pasado el cual me devoré en una semana. Una propuesta ágil y súper interesante sobre cómo se llegó a que un Acuerdo de París fuera posible y qué tenemos que hacer ahora para implementarlo (bien). ¿Algún motivo más para elegirlo? Al leerlo, me enteré que ¡desactivaron una bomba en una conferencia que cubrí y nunca antes nos habíamos enterado de ello!
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Ser sustentables: y participar en el debate. Estoy trabajando en un artículo para RED/ACCIÓN sobre la transición o nuevo rol que están adoptando zoológicos y acuarios, al pasar del puro entretenimiento humano con animales a promover actividades de conservación. Me gustaría conocer tu opinión al respecto. ¿Crees que es posible esa transición? ¿Qué más considerás deberían modificar? ¡Te leo!
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Estados Unidos es un país que me ha recibido con los brazos abiertos para trabajar en coberturas internacionales, para formarme en periodismo de investigación, para aprender con becas y fellowships, y para compartir tiempo con familia y amigos de allí.
En estos años cubriendo política climática internacional, he perdido toda la confianza en discursos, anuncios y promesas. Pero hoy cierro el día con un poquito más de esperanza... en que un nuevo actor -y vaya qué actor- se sume en la senda de la NECESARIA, AMBICIOSA y URGENTE acción climática.
¡Hasta el próximo miércoles!
Tais