¡Hola, lectorx de CHILLAX! En esta edición te traigo algunas recomendaciones esotéricas, el dato de lugares que considero básicos para los amantes de la gastronomía peruana (no fusión, no nikkei: peruana posta), algunas series cuyas protagonistas femeninas son verdaderas jefas y, finalmente, un compilado de respuestas que enviaron a [email protected] a partir de una pregunta que publiqué en la edición anterior.
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LA NUEVA BOLA DE CRISTAL
La astrología es una religión para muchos de mis amigxs. Tópicos como qué onda la luna en Tauro y cómo el tránsito de Plutón sobre el Sol me está arruinando la vida son parte de la diaria. En ese contexto, las apps de astrología se convierten en una Biblia.
Momento cínico: es innegable que detrás de estas apps hay un grupo de hipsters de Silicon Valley sentándose a redactar frases horoscoperas en modo agencia creativa. Pero qué importa. Son divertidas y peligrosamente acertadas. Paso a presentar las dos que más runrún están haciendo:
- El secreto detrás de Co-Star es la inteligencia artificial con la que está diseñada. Además de presentarte tu carta natal (basada en lugar, fecha y hora de nacimiento), tiene un horóscopo diario que aparece a través de notificaciones push y también compara y hace análisis de compatibilidad con amigos y potenciales parejas. En sólo tres años ya amasó más de cinco millones de usuarios en todo el mundo. Lo malo: algunas veces las frases que tira son muy crípticas y dan la sensación de ser una especie de “cadáver exquisito” o collage de palabras sueltas reorganizadas a través de un algoritmo.
- Mi preferida: The Pattern. El actor de Hollywood Channing Tatum twitteó, sorprendido y un poco indignado, que la aplicación le estaba mandando notificaciones con mensajes idénticos a los que le planteaba su propio psicólogo. “¿Están espiándome a través de mi teléfono, Pattern? Necesito respuestas”, escribió. El diferencial que tiene esta app es que, si bien se vale de información de tu carta natal, no usa el lenguaje astrológico. Los foros son bastante entretenidos de leer, con gente desesperada preguntando cómo les está yendo a otros con tal o cual tránsito planetario.
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TEMPLOS DE COMIDA PERUANA
- El otro día fui a Tigre Morado y flipé, como dicen los españoles. Todo es rico, todo, y la pintoresca decoración invita a sentarse en la vereda y comer al son de la salsa cubana que suena de fondo (no importa, no tiene por qué ser todo peruano). Recomiendo el cebiche apaltado, el sushi y el curry de langostinos. ¿Delivery? Sí. ¿Take away? También. Dirección: Honduras 5900, Palermo.
- Si querés la experiencia real, verdadera, callejera, peruana posta, andá a La Conga. Es el lugar elegido de muchísimos peruanos que viven en el país. Las porciones son enormes, los precios bajos, las luces medio agresivas pero qué importa. Nada de trucos, nada de gourmeteadas snobs. Vale la pena. Dirección: La Rioja 39, Balvanera.
- Chan Chan existe desde hace añares y nunca falla. El plato “diva” del boliche es el cebiche de lenguado. Consejo de amiga: ojo con el pimiento andino conocido como rocoto. Si te hacés el guapo, después te pasa factura. Dirección: Hipólito Yrigoyen 1390, Congreso.
- En cambio, si estás dulce y no te molesta desembolsar un dinerito tu mejor opción es La Mar, el restaurant insignia del chef peruano Gastón Acurio, que fijó su sede porteña en un edificio de 1927. El pescado sorprende por lo fresco y diverso si consideramos que estamos en Buenos Aires y no en Lima: Acurio explicó que se las ingenian constantemente para traer a la mesa tesoros ocultos del mar argentino, como congrio, lenguado y mariscos de Puerto Madryn. Dirección: Arévalo 2024, Palermo.
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INSTRUCCIONES PARA EL NETFLIX N CHILL
Las plataformas de streaming pueden ser abrumadoras: su catálogo es tan amplio y se renueva con tanta frecuencia que a veces resulta imposible no exasperarse. Netflix, ¿qué son esas clasificaciones bizarras que tenés? “Películas románticas con un toque oscuro”, “series optimistas de EE.UU.”, “películas con protagonistas afrodescendientes”, “dramas optimistas”. ¿De qué forma ayudan? Como si uno fuera a despertarse un día y a decir “estoy con ganas de ver una comedia de enredos ambientada en la era victoriana”.
Ahora yo voy con mi propia categoría: series protagonizadas por mujeres de verdad, mujeres inteligentes (inauguro esta categoría porque estoy harta de los personajes femeninos pasivos, lavados, dóciles, predecibles, superficiales).
- La que en su momento desató un fenómeno es Fleabag, serie escrita, protagonizada y creada por la inglesa Phoebe Waller-Bridge. Dato de color: Waller-Bridge también escribió y desarrolló las geniales Killing Eve y Crashing (chequealas). Fleabag básicamente versa de las andanzas de una chica medio hipersexual*, no-tan-buena-mina, medio confundida, bastante enojada.
- The Marvelous Mrs. Meisel sigue la historia de una chica de familia judía de Nueva York que se divorcia y decide emprender una carrera como comediante de stand-up. Imagínense las dificultades: mujer, divorciada, comediante… en los años 50. Aunque de a momentos peca bastante de naive (es de la misma creadora que Gilmore Girls, no se diga más), la serie tiene diálogos divertidos y un vestuario tan increíble que a mí al menos obnubila. Está en Amazon Prime.
- Vamos con la siguiente: Muñeca Rusa. El argumento es simple: Nadia, una ingeniera de software, es invitada a una fiesta sorpresa por su cumpleaños número 36 y en el transcurso de la noche muere en un accidente. Pero no se va al cielo ni nada de eso. En cambio, queda atascada en un loop eterno, reviviendo la misma noche incesantemente. Al estilo de El día de la marmota... pero más oscuro.
- Nunca es tarde para mirar Girls. Protagonizada, escrita y dirigida por Lena Dunham, sigue la vida de una aspirante a escritora y su grupo de amigas mientras viven en Brooklyn, Nueva York. Mucha gente la bautizó como “la precuela de Sex & The City”. La serie aborda muchos temas de manera muy realista y sus protagonistas son al mismo tiempo irritantes, neuróticas y absolutamente geniales.
- Y ahora te voy a hablar de lo que no hay que mirar, y por favor no la mires: Emily in Paris. ¿A alguien le molestó era serie tanto como a mí? La protagonista es el personaje menos interesante de la historia. El retrato de París, un cliché atrás de otro. La experiencia de verla fue agridulce porque me detestaba por estar mirándola pero al mismo tiempo me gustaba el galán. Caí en la trampa. Esto mismo le sucedió a varias personas, no sólo a mí (está chequeado). Y ni me hagan empezar con Las chicas del cable.
*Originalmente había usado la palabra “ninfómana”, hasta que me di cuenta de que no hay un equivalente masculino de la ninfomanía femenina, y la revelación no me gustó. Lo más parecido es la palabra “sátiro” pero nadie la usa y tiene diferencias etimológicas. “Hipersexual” va mejor.
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SI FUESE EL FIN DEL MUNDO, ¿CÓMO SERÍA TU ÚLTIMA CENA? (EDICIÓN COMUNIDAD CHILLAX)
- “La pasaría con amigos arriba de un barco en el medio del Mar Mediterráneo, una noche de luna llena. Comeríamos rabas, langostinos, pulpo y mejillones. De postre, volcán de dulce de leche con helado de crema”. (Magdalena, 43)
- “Compartiría con mi familia y el Papa Benedicto unas costillas de cordero a la menta. Elijo a Benedicto porque, como renunció, creo que podría contar cosas sobre el fin del mundo con mucha más libertad”. (Javier, 58)
- “Compartiría un habano y un whisky con Michael Jordan. Después, jugaríamos un one on one de básquetbol”. (Gonzalo, 29)
- “Sería en el jardín de la casa de mis padres en el Sur. Haríamos salmones a la parrilla con honey mustard, unos vegetales y ensaladas, todo acompañado por buen vino. Todos alrededor de un fuego tocando la guitarra hasta tardísimo. Dress code obligatorio: ponchos y sombreros”. (Felicitas, 31)
- “Sí o sí me como unas milanesas con fideos en compañía de Charly García y Kendrick Lamar”. (Bautista, 18)
- “Estaría con todos mis amigos y familiares y armaría una jam session con Lady Gaga y The Roots. Comeríamos el mejor sushi vegano del mundo de forma ilimitada”. (Sol, 34)
- “Comería una buena panzada de tiradito de pescado con batatas crocantes. Un vino blanco albariño y de postre, un volcán de chocolate con helado de frambuesa. Compartiría la cena con mi actual novio y todos mis ex y les preguntaría qué pasó”. (Betina, 37)
- “Con mi viejo, que es diabético, comeríamos todo lo dulce del mundo que se puede comer”. (Magdalena, 26)
- “Para el fin del mundo creo que sería una última cena para flashear lo que vendría después junto a Dante Alighieri, William Blake y Kameron Hurley, una escritora de ficción distópica y ensayista. Creo que comería todas cosas fritas de entrada (total ya estamos jugados), spaghetti alla carbonara de primer plato, un buen salmón de segundo y profiteroles de postre”. (Eduardo, 45)
- “El fin del mundo se pasa en compañía del amor de esta vida comiendo milanesas de picúa con arroz y plátanos a bordo de un barco en Los Roques” (Stefania, 45)
- “Sushi de Osaka, un tres havanettes de Cachafaz, café y vino tinto. ¿Con quiénes? Mis padres, hermanos, novio, cinco amigas, Luca Prodan, Jorge Luis Borges y Cristina Fernández de Kirchner”. (Lucía, 30)
- “Milanesas con puré en compañía de mi familia y Charly García suena bastante bien”. (Josefina, 21)
- “En mi casa de Luján comeríamos provoleta, chori y entraña con mi familia, mi perra, Nelson Mandela, Jim Carrey, Henri Matisse, Julio Cortázar y J.R.R. Tolkien”. (Mía, 27)
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Bueno, hasta acá llegamos con esta edición. ¿Nos vemos la semana que viene?
Descansá y divertite,
Delfi