Loan Peña lleva 20 días desaparecido. Mientras que continúa su búsqueda, una de las hipótesis que más frecuentemente se mencionan es que haya sido un caso de trata de menores. En este contexto, tanto el en Senado como en la Cámara de Diputados se avanza en busca de un proyecto de ley que especifique este delito, que hoy no está explícitamente mencionado en el Código Penal.
En el Senado
Mañana está prevista una sesión en el Senado, convocada por la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel. En el temario se incluyó un proyecto de la senadora radical por la provincia de Santa Fe Carolina Losada, que busca tipificar la compra y venta de niños.
La iniciativa, que obtuvo dictamen el último jueves por parte de la Comisión de Justicia de la Cámara alta, propone modificar el artículo 139 bis. Actualmente, este artículo castiga con entre tres y diez años a aquellas personas involucradas en delitos de supresión de identidad. El proyecto de la legisladora santafesina supone penar “a quien reciba y a quien entregue a un niño o niña, haya mediado o no precio, promesa de retribución o cualquier otro tipo de contraprestación”.
El proyecto de Losada también propone incorporar un artículo que indica una escala de prisión de cinco a 15 años para quien “facilitare, promoviere o de cualquier modo intermediare en la perpetración de los delitos comprendidos en los artículos 138 y 139, haya mediado o no precio o promesa remuneratoria o ejercido amenaza o abuso de autoridad”.
En Diputados
Mientras el Senado se prepara para debatir el proyecto de Losada, en Diputados hay varios proyectos que también buscan tipificar el delito de compra y venta de menores. En este marco, ayer hubo un plenario de las comisiones de Familias, Niñez y Juventudes y Legislación Penal, en el cual participaron distintos expertos invitados.
La presidenta de la Comisión de Familias, la radical Roxana Reyes, señaló que si bien está en los planes dictaminar uno de los proyectos o uno unificado, aguardarán a cómo avance el trámite en el Senado, en busca de tener “el mejor proyecto posible”.
En la reunión de ayer, la primera que habló fue la defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham. “Queremos que el término de ‘adopción’ esté en el texto que se sancione, porque en la República Argentina la mayoría de los casos de compra y venta de niños son para una adopción”, apuntó. Y dejó en claro que “la tipificación tiene que ser, haya remuneración o no haya remuneración”, porque “los niños no se compran, pero tampoco se reciben como regalo”.
Por su parte, Martha Pelloni, religiosa de la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas, destacó que en Goya, el departamento donde se perdió Loan, conoció “empleadas domésticas que para poder sostener el trabajo cama adentro tenían que entregar al hijo”.
Durante las exposiciones se recordó que tipificar este delito es una deuda pendiente para la Argentina. En abril del 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó a la Argentina “adoptar las medidas que sean necesarias para tipificar la venta de niños y niñas, de manera que el acto de entregar un niño o niña a cambio de una retribución o cualquier otra compensación, cualquiera que sea su forma o fin, constituya una infracción penal, de conformidad con los estándares internacionales”. Esto fue en el caso FORNERÓN e hija vs. Argentina. Leonardo Aníbal Javier Fornerón se enteró del embarazo de su expareja cuando este ya estaba avanzado. La madre de su hija entregó a la menor de pocos días en adopción, y Fornerón comenzó un extenso proceso judicial por su tenencia.
Por su parte, Luis Velasco, abogado especialista en Derecho Penal, advirtió que hacer cambios en el Código Penal sin tomar precauciones puede ser contraproducente: “Tenemos que ser muy cuidadosos en reformar un texto en el cual ya hay condenas y que está siendo aplicado”. En esa línea, consideró que lo mejor es “modificar lo que está vigente lo menos posible y hacer agregados con tipos penales especiales con más penas”. “Seamos muy cuidadosos, el texto con dictamen del Senado puede tener un efecto búmeran”, concluyó.