Dos de cada 10 personas que viven en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano dicen que su calidad de vida durante la cuarentena es mala o regular. Y de ese universo, la mitad además se siente ansioso y directamente evidencia síntomas de depresión.
- Los que sienten que su calidad de vida es mala o regular. Hay diferencias significativas entre los que viven en CABA (el 12,9% afirma sentirse así) y los residentes en el conurbano (20,8%) .
- De total de los encuestados, también 2 de cada 10 menciona tener alta sensación de malestar psicológico.
- Otro dato: los ingresos familiares en AMBA llegaron a caer más del 50% por la pandemia
Esas son algunas de las conclusiones de una encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), realizada en 500 hogares entre el 7 y el 10 de mayo.
- El informe de la UCA revela que la mitad de las personas que viven en situación de pobreza dicen no tener a nadie que los guíe o informe para resolver problemas, lo que profundiza su angustia y los hace sentir desamparados.
- Hay grandes diferencias con los hogares no pobres y entre los que tienen empleo formal y los trabajadores informales.
Calidad de sueño
Un tercio (34,7%) de los que viven en CABA y el conurbano están durmiendo mal o muy mal a raíz de la cuarentena y el 60% de los encuestados vio alterado su tiempo de sueño. Solo cuatro de cada 10 sigue durmiendo igual que antes de la cuarentena.
Acceso a la salud
Ocho de cada 10 personas que viven en el AMBA se vio obligada a suspender (o sufrió suspensión por parte del prestador) de su atención médica o tratamiento, a pesar de tener necesidad de recurrir a la consulta médica.
- El 19% de las personas encuestadas revelan haber tenido problemas con tener acceso a los medicamentos necesarios durante la cuarentena. Las principales razones son la falta de receta y la incapacidad de asistir a la farmacia.
Problemas para vacunar
Otra dato revelador: una proporción muy significativa de hogares se han visto obligados a demorar la vacunación de al menos uno de sus hijos/as como efecto de la cuarentena (22%).
- El 44% de los hogares reportaron que tuvieron que postergar la visita de control o preventiva de la salud de al menos uno de los niños/as del hogares.
La postergación de la atención de la salud de niñas/os es transversal, afectando incluso mayormente a los estratos medios.