Emprender es una acción que cobró mucha visibilidad en estos últimos años. Jeff Bezos, Elon Musk y Mark Zuckerberg empezaron siendo pequeños emprendedores con una idea que quizás podría revolucionar el mundo. Y lo hicieron. Sin embargo, la mayoría de las veces son nombres de hombres los que resuenan cuando queremos definir un caso exitoso, pero ¿qué hay de las mujeres?
Según un estudio realizado en 49 naciones por la Global Entrepreneurship Research Association, América Latina es la región con la más alta proporción de mujeres que se animan a emprender su propio negocio. Ecuador, lidera el podio con un 33 % de mujeres entre 18 y 64 años que ya están estructurando su empresa. Luego sigue Chile, con un 30 % y Guatemala con 28 %.
Natali Aún Santiago y Agustina Morán, directivas de Mujeres Argentinas Emprendedoras (MAE), explican para RED/ACCIÓN que el crecimiento de la cifra en América Latina se puede explicar, en primera instancia, por la necesidad económica de muchas mujeres. “El emprendimiento surge como una respuesta a la necesidad económica, ya sea por falta de oportunidades laborales tradicionales o por la búsqueda de una fuente adicional de ingresos”, comentan las profesionales.
Históricamente, un limitante para las mujeres siempre fue el acceso a los diferentes recursos necesarios: desde tecnología hasta educación y financiamiento. Según el estudio, en 27 de las 49 economías analizadas, el acceso a recursos por parte de las mujeres emprendedoras fue registrado como satisfactorio y, en algunos casos puntuales, aún mejor que para los hombres.
“Emprender no tiene techo y, en consecuencia, implica un desarrollo personal y un aprendizaje constante”, comenta a RED/ACCIÓN Juana Correas quien, junto a su madre Mariana Gonzalez Videla, fundó Maluca Store, un emprendimiento de trajes de baño en Argentina. “Ocupás tu tiempo de forma productiva, generando satisfacción personal al ver tus propios resultados, y de esa manera crecer en lo que realmente te gusta”, profundiza.
Por otro lado, el reporte mostró que Emiratos Árabes Unidos fue el mejor lugar para empezar un emprendimiento en 2023, pero también aclaró que hay un ambiente de negocios adecuado para sembrar una semilla en países de América Latina y el Caribe. Entre ellos, se encuentran Argentina, México, Puerto Rico, Brasil y Chile.
Sin embargo, aunque todas las puntas indiquen un panorama positivo para las mujeres, detrás de los números se esconden ciertas desigualdades. De las 49 naciones analizadas, solo cinco de ellas mostraron tasas iguales o superiores de participación de mujeres en la creación o dirección de nuevas empresas en comparación con los hombres.
Además, según un artículo de Statista —qué analizó en profundidad el reporte de Global Entrepreneurship Research—, en América Latina y el Caribe hay una gran disparidad entre las empresas de mujeres que suelen quedarse en una etapa inicial, mientras que las de los hombres logran consolidarse y superar los primeros obstáculos de una startup.
Santiago y Morán señalan que lo mismo pasa en el mundo corporativo. Según la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, aproximadamente el 50% de las mujeres en edad de trabajar forman parte de la población activa. Sin embargo, la ocupación de los cargos altos de las empresas es baja. "La presencia femenina está y mucho. Pero la preocupación es la escalabilidad de eso”, concluyen las directivas de MAE.