—¿Cómo ves el panorama tecnológico durante la pandemia?
—La pandemia aceleró los cambios y profundizó el rol que la tecnología tiene en la sociedad. Las pequeñas empresas y los comercios de proximidad fueron muy golpeados por el aislamiento y las restricciones, por eso se volcaron al comercio electrónico y los pagos digitales para mantener su fuente de ingresos. Para nosotros el foco es conectar a la gente de manera segura, transparente e inmediata para que puedan desarrollar sus negocios, realizar sus pagos y comprar los productos que necesitan.
—¿Imaginás que habrá un antes y un después tecnológico?
—Definitivamente hay cambios que llegaron para quedarse. La tecnología demostró ser una gran aliada para comerciantes y emprendedores, que en muchos casos (a pesar de estos meses difíciles) lograron mantener sus ventas, llegar a nuevos clientes e incluso mantener su dotación de empleo directo e indirecto gracias a la digitalización de pagos. Por eso creo que la transformación digital es la clave para la reactivación de la economía. Tenemos razones para creer que las herramientas incorporadas por las PyMEs en estos últimos meses van a ser utilizadas incluso en la “nueva normalidad”, cuando sea que llegue. Y esto también responde a un cambio en el comportamiento de los consumidores.
Delivery, tiendas virtuales y digitalización: qué nos deja la economía del encierro
—¿Hay algún emprendimiento que te parezca interesante y valga la pena recomendar en este contexto?
—En junio publicamos un relevamiento que hicimos a PyMEs de todo el país y uno de los grandes descubrimientos fue que a partir del 20 de marzo se sumaron 34.400 nuevas PyMEs a Mercado Pago con resultados positivos, y que los cobros digitales ya representan la mitad de las operaciones. Este estudio nos permitió acercarnos aún más a distintos comerciantes y emprendedores de todo el país que encontraron soluciones en nuestras herramientas. Por ejemplo, un caso del que hablamos un montón: Abastovirtual.com. Juan Pablo Romaniello es un joven emprendedor, tercera generación de vendedores de frutas y verduras que tenía su puesto en el Mercado Central de Córdoba junto a su papá. Hace unos años se animó a abrirse solo, e inicialmente sus clientes eran restaurantes y hoteles de la capital. Con la cuarentena de un día para el otro vio su negocio interrumpido, y no le quedó otra que reinventarse. Se volcó al consumidor final y a vender a través de la web, facturando únicamente a través de Mercado Pago. En tres meses logró triplicar su facturación.
Este contenido fue publicado originalmente en Futuro, la newsletter sobre tecnología que edita Axel Marazzi. Podés suscribirte en este link.