En suelo argentino para participar de la Cumbre de Líderes del G20, António Guterres, el secretario general de Naciones Unidas (ONU), organización socia del foro, se mostró contundente y preocupado sobre la necesidad de incrementar la ambición y urgencia de las políticas de acción climática.
Sus preocupaciones no son casuales: el cambio climático es, junto con el comercio, uno de los temas más desafiantes por estas horas en el G20 con vistas a alcanzar una declaración final consensuada entre las partes, incluyendo a Donald Trump (conocido negacionista del problema).
“El cambio climático está avanzando más rápido que nuestras acciones”, aseguró Guterres quien describió sus más recientes efectos alrededor del mundo, desde el aumento de las temperaturas hasta el incremento en el nivel del mar.
“Las realidades se vuelven peores que las proyecciones meteorológicas. Estamos ante una multiplicación de desastres naturales cada vez más dramáticos e intensos”, expresó y alertó: “Ello tiene consecuencias humanitarias cada vez más trágicas. Las cosas se están volviendo peores de lo que pensamos y hay un cierto sentimiento de que ha fracasado la voluntad política. Es absolutamente necesario restaurar la voluntad política para hacer frente al cambio climático. A nivel de los gobiernos, del sector privado, de las ciudades, de la comunidad, de los ciudadanos”.
Ante ese fracaso, el interrogante es uno: ¿cómo se promueve en los gobiernos una acción más comprometida para responder a la urgencia del planeta? En diálogo con RED/ACCIÓN, el máximo representante de ONU aseguró: “Mi profunda creencia es que el cambio climático debe ser tomado en serio. Estamos pidiendo a todos un sentido constructivo de compromiso para evitar una división norte-sur (en referencia a países más desarrollados y más contaminantes, y aquellos menos desarrollados y más vulnerables a los efectos del problema) que sería dramática”.
Con los pies en Buenos Aires, pero la mente ya trabajando en lo que acontecerá en Katowice, Polonia, Guterres nos recuerda la importancia de la próxima COP24 que se celebrará allí: “Es necesario que en esta próxima conferencia en cambio climático se alcance un compromiso sobre el programa del trabajo del Acuerdo de París -principal documento global existente sobre el tema-“.
Para promover un mayor control de las políticas climáticas y alentar una creciente ambición en los gobiernos de sus políticas de reducción de emisiones contaminantes, Guterres convocó a una Cumbre del Clima para septiembre de 2019 en Nueva York. “Esta convocatoria es justamente para pedirles a los Estados que incrementen sus niveles de ambición, que sean capaces de reconducir el mundo a una perspectiva de un incremento de las temperaturas del planeta no mayor a 1.5°C o 2°C. Ello no está ocurriendo aún”, aseguró a nuestro medio.
Mientras el complejo de yacimientos no convencionales de petróleo y gas Vaca Muerta sigue apareciendo aquí en el G20 como la gran política de desarrollo del gobierno argentino -incluso en diálogo con Trump-, Guterres incorpora otro tema fundamental que requiere de acción urgente: “Es necesario tomar un conjunto de medidas que se están dando muy lentamente. Seguimos con subsidios a los combustibles fósiles. El problema ya no se trata de otorgar subsidios a las energías renovables para que sean competitivas. Las energías renovables ya son competitivas. Pero si siguen las políticas de subsidios a los combustibles fósiles, no podremos avanzar en la implementación del Acuerdo”.
Al respecto, el secretario ilustró la situación con una anécdota: “La edad de piedra no terminó porque desapareció la piedra. Los combustibles fósiles no van a terminar porque ellos desaparezcan. Tenemos que apostar más a las invenciones de sus alternativas. La tecnología ya está de nuestro lado”.
El cambio climático es uno de los principales desafíos que enfrenta el mundo en la actualidad. Así lo ha considerado Guterres en conjunto con otras crisis mundiales, como el terrorismo y las migraciones. “Vivimos un momento de falta de confianza en la comunidad internacional y un nivel de confrontación entre poderes tal que muchos creen que no tiene sentido realizar una reunión del G20. Pero es justamente por esa falta de confianza y grado de conflicto que es absolutamente esencial tener un encuentro de tan alto nivel como el G20”, describió el secretario.
En vísperas por conocer mañana la Declaración Final de la Cumbre de Líderes, Guterres subrayó: “Es importante que los países se reúnan para alcanzar una globalización justa, es decir, que sea una globalización que no deje a nadie atrás”. Su esperanza es una: que los países lleguen a un fuerte documento para el apoyo de la Agenda 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Durante el primer día de la Cumbre de Líderes en Buenos Aires, António Guterres se reunió con los cancilleres de China y Francia para subrayar la importancia de avanzar en políticas climáticas urgentes y ambiciosas. Su próximo destino lo llevará al otro lado del océano: la COP24 en Polonia. Los ojos del mundo miran uno y otro lugar. El desafío en común es uno: ¿Actuarán los líderes políticos con la urgencia y ambición que el planeta necesita?