Activistas de San Juan buscan evitar el avance de yacimientos en el río Jáchal y denuncian complicidad del Gobierno con las empresas - RED/ACCIÓN

Activistas de San Juan buscan evitar el avance de yacimientos en el río Jáchal y denuncian complicidad del Gobierno con las empresas

 Una iniciativa de Dircoms + RED/ACCION

Jáchal No Se Toca nació a partir de la preocupación local en el municipio de Jáchal (San Juan) en septiembre de 2015, tras una masiva reunión de vecinos. "Estamos defendiendo la última fuente de agua pura que le queda al pueblo de Jáchal", cuenta Saúl Zeballos, uno de los miembros de la asamblea, a RED/ACCIÓN.

Activistas de San Juan buscan evitar el avance de yacimientos en el río Jáchal y denuncian complicidad del Gobierno con las empresas

Foto: gentileza Saúl Zeballos.

En febrero de 2015, los vecinos de Jáchal (San Juan) se alarmaron al enterarse de los planes de exploración de uranio por parte de la empresa canadiense Latin Uranium SRL en la zona protegida de La Ciénaga. Felipe Saavedra, el ministro de Minería de la provincia, dijo que se dio la "debida intervención de la Dirección Provincial de Áreas Protegidas de San Juan, que puso condiciones para la exploración".

Por su parte, Latin Uranium SRL convocó a 11 vecinos a la localidad de La Ciénaga para ponerlos al tanto de la exploración, pero a esa reunión se presentaron 120 jachalleros. Posteriormente se autoconvocaron 3.000 locales en la plaza San Martín de Jáchal para dar origen a la Asamblea Jáchal No Se Toca, con el objetivo de defender la ciudad de la explotación. En septiembre de ese mismo año tomaron protagonismo tras el derrame de cianuro y mercurio de la mina Veladero, operada por Barrick Gold, en el río Jáchal. También buscan frenar el avance, sobre el mismo río, de la Lundin Mining Corporation.

Saúl Zeballos es uno de los miembros de la asamblea. En diálogo con RED/ACCIÓN, considera que, permanentemente, buscan concientizar en medio de falsos datos que aportan las empresas y el Gobierno provincial.

—¿Qué actividades llevan a cabo hoy?
—Estamos defendiendo la última fuente de agua pura que le queda al pueblo de Jáchal, el acuífero de la Pampa del Chañar, que lo conocemos comúnmente por acuífero de Huachi. El gobernador de San Juan, Marcelo Orrego, tras haber dicho en campaña que en Huachi no se iba a desarrollar actividad minera, autorizó a que le cambien de nombre al proyecto minero Huachi por proyecto minero Aluvión Royo Agua Amarga. Así engaña al pueblo jachallero avanzando con la explotación minera en la zona de las recargas del acuífero de Huachi. A nuestros gobernantes no les basta con haber contaminado el río Jáchal con mercurio, también quieren destruir la única fuente de agua que les queda a los niños jachalleros.

Foto: gentileza Saúl Zeballos.

—¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan en la lucha contra la megaminería en la región?
—El desafío de defender las fuentes de agua de Jáchal es no permitir que el proyecto megaminero Josemaría de la canadiense Lundin Mining Corporation seque el río Jáchal. En su informe de Impacto Ambiental dice que Josemaría va a consumir 3.056 litros de agua nueva o fresca por segundo entre las dos baterías de pozo con 6 bombas cada una de las baterías (1.320 litros de agua por segundo) y los 1.736 litros de agua por segundo que se extraerá del open pit de la mina. El CEO Alfredo Vitaller había mentido en 2020 diciendo que Josemaría iba a ocupar 350 litros por segundo y cabe aclarar que en este momento el río Jáchal trae 4.000 litros por segundo.

Foto: gentileza Saúl Zeballos.

¿Qué estrategias utilizan para concientizar a la población sobre los peligros de la minería a gran escala?
—Nosotros concientizamos de la importancia de cuidar las fuentes de agua con todos los medios que disponemos: llevando remeras con inscripciones, pegando carteles en los postes, colgando pasacalles, investigando y difundiendo datos que las autoridades quieren ocultar utilizando las redes sociales. Por ejemplo difundiendo los resultados de los análisis de agua que, dicho sea de paso, no se hacen desde hace ocho meses por parte de la municipalidad de Jáchal.

Foto: gentileza Saúl Zeballos.

¿Cómo manejó el Gobierno de San Juan la información sobre posibles contaminaciones del agua en relación con las actividades mineras en la región?
—La principal afectada en San Juan por la minería es la verdad de los hechos, que se ve continuamente tapada o disimulada para engañar a la población. Por ejemplo, en enero de 2017 aparecieron durante 20 días peces muertos en el dique Cuesta del Viento y el Gobierno provincial dio varias hipótesis, como un arrastre provocado por una creciente, bombas de carburo, sedimentación y cambio de temperatura del agua. Sin embargo, nunca nos entregaron los resultados de los análisis de los peces muertos en donde suponemos que había metales pesados en exceso por los sucesivos derrames de mercurio desde la mina Veladero. Además, el agua contaminada que podría haber provocado las muertes de las truchas nunca apareció como hipótesis. 

Foto: gentileza Sául Zeballos.

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