Hasta el momento, los humanos conocemos la existencia de 5.572 exoplanetas (mundos externos al Sistema Solar). Además, se estima que hay entre 100 y 400 mil millones de estrellas ―con sus respectivos planetas― solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Pero solo la Tierra reúne las condiciones para la habitabilidad.
De todas formas, con frecuencia nos encontramos en las noticias con titulares que hacen referencia a un nuevo descubrimiento que convertiría a un planeta en habitable. Sin embargo, ¿significa que hay vida o que podríamos los humanos sobrevivir allí?
Para un astrónomo, la palabra habitable simplemente significa que un cuerpo tiene las condiciones físicas que podrían permitir que exista cualquier forma de vida, por ejemplo, vida microbiana.
La NASA lo define así: “La definición estándar de planeta habitable es aquel que puede sustentar vida durante un período significativo. Basado en nuestro Sistema Solar, la vida requiere agua líquida, energía y nutrientes. Una ‘zona habitable’ es la región alrededor de una estrella donde los planetas pueden recibir la cantidad perfecta de calor para mantener agua líquida en sus superficies”.
Por ejemplo, se han descubierto planetas que orbitan estrellas (como la Tierra y el Sol) que se encuentran en las zonas habitables de sus estrellas, es decir, lo suficientemente cerca. La Agencia Espacial Europea (ESA) explica: “La zona habitable recibe el sobrenombre de ‘zona Ricitos de Oro’, por la historia de Ricitos de Oro y los tres osos. Una joven irrumpe en la casa de una familia de tres osos y prueba tres platos de avena. Uno está demasiado caliente, otro está demasiado frío y el último está perfecto. Lo mismo ocurre con los planetas; el agua líquida se evapora en los planetas que están demasiado cerca de sus estrellas madre y se congela en la superficie de los que están demasiado distantes”.
Algunas hipótesis científicas son que Venus y Marte pudieron haber sido habitables en el pasado. “Incluso Mercurio puede tener lugares habitables, como en sus glaciares de sal. Más lejos en el Sistema Solar, Encelado, la luna de Saturno, brinda una perspectiva interesante para la habitabilidad. Está cubierta por un océano global escondido debajo de una corteza helada. Europa, la luna de Júpiter, también puede tener un océano que podría ser habitable”, enumera EarthSky.
A misiones como esta se dedican centros de investigación como el Habitable Worlds Observatory (HWO) de la NASA. Como precisó en un comunicado de septiembre del año pasado el jefe del Programa de Exploración de Exoplanetas de dicha agencia, Nick Siegler: "Queremos sondear las atmósferas de estos exoplanetas para buscar oxígeno, metano, vapor de agua y otras sustancias químicas que puedan indicar la presencia de vida. No vamos a ver hombrecitos verdes, sino firmas espectrales de estas sustancias químicas clave, o lo que llamamos biofirmas".