El dióxido de carbono (CO₂) es uno de los gases de efecto invernadero que más contribuye al cambio climático y al calentamiento global. Su captura y almacenamiento ya está en marcha a partir de distintas estrategias, y sirve para carbonatar bebidas o incluso puede convertirse en productos como el plástico, materiales de construcción y combustibles.
El trabajo de siete años de investigación culminó con el hallazgo de una impactante cifra sobre los niveles de CO2. Se trata de un análisis de registros mucho más viejos de los que existían hasta ahora, que se remontan a la era en la que se extinguieron los dinosaurios.
La banda de Chris Martin transformó los shows con tecnología pensada para reducir las emisiones. En comparación con su gira de 2016-2017, la redujo en un 59%.
La Provincia impulsará el cultivo de cáñamo para el secuestro de carbono producido en operaciones de la industria hidrocarburífera. La secretaría de Energía se comprometió a crear políticas junto con las empresas del sector.
Wintershall DEA, YPF y Dow firmaron un acuerdo para estudiar potenciales proyectos de captura y almacenamiento de Carbono en Bahía Blanca. Se ubicarían en la zona portuaria.
Los tres países juntos aportan el 52% del dióxido de carbono que genera el calentamiento global. Aunque se comprometieron a reducir sus emisiones, los fenómenos meteorológicos extremos continúan en ascenso y se estima que el 2023 podría terminar siendo el año más caluroso en la historia.
Los pequeños cambios individuales, como medir nuestra huella de carbono y realizar ajustes diarios, pueden contribuir a reducir las emisiones y mitigar los efectos del cambio climático. Descubrí cómo calcular tu huella de carbono.
Mientras los países de todo el mundo consideran si elevar sus ambiciones de descarbonización en virtud del acuerdo climático de París y cómo, Corea del Sur espera servir de ejemplo para otros. Con las inversiones y políticas adecuadas, incluso un país inadecuado para la energía eólica o solar puede lograr la neutralidad de carbono.
La coordinadora corporativa de medioambiente de Arauco Paula Balla cuenta como fue el proceso para convertirse en la primera empresa forestal en certificar la carbono neutralidad. También, la firma está trabajando en mejorar la eficiencia energética a través de biomasa.
Ahora que el mundo marca tanto el quinto aniversario del acuerdo climático de París como la llegada de una administración estadounidense más consciente del clima, ha llegado el momento de tomarse en serio la imposición de impuestos o la imposición de un precio al carbono. Sin esta medida de política crítica, todas las promesas recientes de neutralidad de carbono se convertirán en aire caliente.
La política es inmensamente popular entre los economistas de todo el espectro político. Pero está lejos de ser suficiente, y poner un precio a las emisiones no funcionará si aliena a los clases medias y bajas.
Para el 2050 se estima que el 50 % de la población mundial podría contraer algún tipo de alergia, según una experta consultada por RED/ACCIÓN. Y se debe a que el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera y el calentamiento global tienen un impacto en los patrones del polen de las plantas, un alergeno frecuente.
Los cetáceos transportan nutrientes distancias considerables y sus excrementos actúan como un fertilizante del fitoplancton, lo que contribuye a la captura de dióxido de carbono, explica a RED/ACCIÓN Miguel Iñíguez Bessega, presidente de la Fundación Cethus y delegado argentino ante la Comisión Ballenera Internacional.
El incremento es por la entrada en vigencia de nuevas actualizaciones en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Esta mañana la mayoría de las estaciones exhiben los nuevos valores.
Será a partir del primero de abril próximo, por la entrada en vigencia de nuevas actualizaciones en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC).
Será a partir del primero del mes próximo por la entrada en vigencia de nuevas actualizaciones en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC).
En una hora, un solo jet privado puede llegar a emitir dos toneladas de dióxido de carbono (CO2), mucho más que un avión comercial y es hasta 50 veces más contaminante que un tren.
Esta práctica emerge como una estrategia revolucionaria para combatir el cambio climático en Asturias, transformando las antiguas minas de carbón en bosques capaces de capturar dióxido de carbono. Este enfoque, apoyado por el proyecto LIFE Carbon2Mine, busca maximizar la absorción de carbono mediante la gestión forestal sostenible, ofreciendo una solución innovadora que combina tecnología y naturaleza.
Gracias a una alianza entre una ONG y una empresa se instalaron estos dispositivos en una escuela en donde se usaba mucha leña para cocinar. Con el apoyo de Naciones Unidas y del Gobierno nacional, buscan replicar esta tecnología en todo el país y evitar para el 2050 la emisión de 2,4 millones de toneladas de dióxido de carbono.
El logro se alcanzó gracias a las mejoras de la tecnología y a una mayor conciencia de la sociedad. Según un informe de la asociación civil Ecoplas, el año pasado se evitó la liberación de más de 434 mil toneladas de dióxido de carbono.