Los datos del informe “Covid-19 en Argentina: Impacto socioeconómico y ambiental”, elaborado por las Naciones Unidas, son contundentes. “Arroja un resultado alarmante y preocupante”, definió Rober Valent, Coordinador Residente de ONU Argentina.
Sin embargo y pese a un escenario marcado por el aumento de la pobreza, las desigualdades socioeconómicas, la discriminación, la crisis ambiental o la vulneración de derechos humanos, desde el organismo internacional entienden que la crisis que trajo el coronavirus también “abre una oportunidad de construir mejor”.
“Argentina tiene la capacidad humana y de recursos para mitigar los efectos de la pandemia, para construir una recuperación sólida”, enfatizó Valent durante una conferencia de prensa transmitida en vivo por el canal de YouTube de RED/ACCIÓN, en la cual se presentó el informe. Entre otros datos, el escrito señala que:
- Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la economía argentina caería un 8,2% en 2020 si la pandemia se controla, y hasta un 10% en caso de que se registre un segundo brote de coronavirus en el país.
- Unas 11 millones de personas hoy requieren asistencia alimentaria (Argentina puede producir alimentos para 400 millones).
- Según datos de UNICEF, en el segundo semestre de 2019, la pobreza afectaba al 53% de los/las niños/as, y podría escalar al 58,6% hacia fines de 2020.
- De acuerdo con las proyecciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizadas en base a distintos escenarios de caída del PIB, se perderían entre 750.500 y 852.500 empleos en Argentina en 2020.
La conferencia de prensa fue moderada por Tamar Hahn, directora del Centro de Información de Naciones Unidas para Argentina y Uruguay, y, además de Valent, contó con la participación de: Victoria Tolosa Paz, directora del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales; la Dra. Maureen Birmingham, representante de OMS/OPS en Argentina; Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la OIT en Argentina; Luisa Brumana, representante de UNICEF en Argentina; Florence Raes, representante de ONU Mujeres; y René Mauricio Valdés, representante del PNUD en Argentina.
Los panelistas coincidieron en que la pandemia agudizó e hizo más evidentes inequidades que el país arrastra desde hace bastante tiempo.
“La ayuda a los más necesitados incluye al Estado y la sociedad civil, además del sector privado”, dijo Valent. En este sentido, consideró que la iniciativa del presidente Alberto Fernández de crear un Consejo Económico y Social “es clave para articular soluciones consensuadas”.
Las distintas políticas de ayuda social implementadas por el Estado nacional también resaltadas por los distintos especialistas.
Valent también advirtió de la necesidad de “un marco fiscal sólido y un crecimiento económico sostenible”, además de ayuda financiera de la comunidad internacional.
A nivel sanitario, el impacto del coronavirus podría haber sido mucho peor, según explicó Birmingham, de OMS/OPS en Argentina, quien señaló que tanto desde el Estado como desde la población, “la respuesta ha sido decisiva y oportuna”, lo cual ayudó a bajar la curva y preparar el sistema sanitario.
Birmingham elogió la “agilidad, liderazgo, respuestas científicas en un contexto cambiante y con transparencia, medidas rápidas para aumentar protección social” y, también el “autocompromiso comunitario de los argentinos, que es para sacarse el sombrero”.
También instó a redoblar esfuerzos en la detección y aislación de casos de coronavirus, y sostener medidas preventivas. En este video contamos qué cuidados tener mientras se flexibilizan las condiciones en distintos lugares del país.
En este contexto, destacó que se necesita una inversión en salud: “Las funciones esenciales de la salud pública han sufrido de desinversión crónica en toda la región. Las emergencias sanitarias son cada vez más frecuentes y esta es una oportunidad para restaurar una arquitectura del sistema de salud”.
En el área laboral y económica, Oliveira, de OIT Argentina, también cree que hay una nueva oportunidad. “Tenemos que buscar una nueva normalidad, pero una que sea mejor y que se construya en espacios de consultas como el Consejo Económico y Social, con diálogo social entre el gobierno, los trabajadores y el sector empleador”.
Otro recurso del cual se ha echado mano durante la cuarentena ha sido el fortalecimiento de los mercados locales. “Pensamos que puede ser una oportunidad muy válida para obtener alimentos más saludables y generar empleos”, opinó Brumana, de UNICEF Argentina.
Por su parte, Raes, de ONU Mujeres, hizo un repaso de diversos grupos que han sentido más fuerte el impacto de la pandemia, y que deben ser parte de la recuperación. Mujeres y niñas, comunidades rurales e indígenas, trabajadores informales, personas con discapacidad, refugiados, la comunidad LGTB y la población en situación de encierro.
“La pandemia deja en evidencia la relación entre nuestra salud, la de nuestra economía la de nuestro ecosistema. Ojalá no simplemente reconstruyamos los problemas que teníamos antes. Es indispensable no dejar fuera al Ambiente de esta discusión”, apuntó, a su vez, Valdés, quien abogó por una reactivación económica con énfasis en la sustentabilidad.
La conferencia de prensa y el informe presentado se enmarcan en la campaña en el marco de la campaña ONU75: Forjando nuestro futuro juntos, puesta en marcha por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Se trata de una iniciativa, apoyada por RED/ACCIÓN, que busca generar una conversación mundial y un intercambio de ideas, propuestas e iniciativas sobre cómo construir el futuro que queremos.
La campaña ha incluido dos diálogos virtuales. En el primero se habló sobre cómo reducir el impacto de la pandemia en las comunidades vulnerables, mientras que en el segundo se trataron lecciones que el coronavirus nos deja para combatir la crisis ambiental.
Además de los diálogos, la campaña promueve una encuesta, que busca establecer las prioridades de la cooperación multilateral y mejorar la respuesta a los cambios que están transcurriendo en el mundo (climáticos, tecnológicos, demográficos, sociales, etcétera).
Las respuestas a la encuesta serán presentadas a los líderes mundiales y a los funcionarios de la ONU en un evento de alto nivel durante el 75º período de sesiones de la Asamblea General, en septiembre de 2020. También se difundirán en las plataformas en línea de las Naciones Unidas y de sus asociados.