Es la editora general del diario Página 12 y una de las pocas mujeres al frente de un medio nacional en nuestro país. Defiende la marcada línea editorial del diario pero asegura que la clave del buen periodismo está en la rigurosidad y la pasión por el oficio.
El día en el que se hizo esta entrevista, la tapa de Página 12 estaba ocupada en su totalidad por una imagen del clásico dibujito del Correcaminos huyendo a toda velocidad por una ruta desierta. En lugar de su típica cara de suficiencia hay una de George Washington y el título dice: “Se escapa. Beep beep”. La original referencia es a los dólares que tuvo que vender el Banco Central para contener la divisa. Esta tapa fue creada por Nora Veiras y su equipo.
Todas las tardes, a las 16, Veiras llama a la reunión de edición del día y ahí se va delineando la tapa con algún tema que sobresalga. La acompaña un equipo, en donde ella destaca a Ernesto Tiffenberg y a Hugo Soriani, y se evalúan dos posibilidades de tapa, por si el tema pensado “no aguanta” hasta la edición siguiente.
Veiras fue nombrada directora de Página 12 el año pasado. La noticia la sorprendió porque, asegura, nunca se pone metas profesionales. Es una de las pocas mujeres que lidera un medio en el país. Sin embargo, el ambiente no es nuevo para ella: está en el periódico desde su concepción, hace 31 años y nunca se quiso ir, a pesar de ofertas que le hicieron en distintos lugares. Antes hizo algunas pasantías en otros diarios, como Clarín, pero siempre la atrajo el “compromiso con los derechos humanos de Página”.
Casi siempre trabajó en política, en el medio hizo radio -que ahora extraña- y también tuvo un marcado paso por el programa 6, 7, 8. “Fue un trabajo en donde siempre dije lo que quise, pero no me imaginé ese nivel de exposición. Es cierto que se transformó en un programa de defensa al Gobierno cuando no fue pensado para eso. Creo que incomodó mucho porque exponía contradicciones e intereses pero se lo demonizó injustamente”
Si bien destaca que en Página 12 históricamente se dio mucho lugar a las mujeres, sobre todo en puestos de edición, reconoce que el periodismo es machista porque es “gen de su tiempo”. Hay varias mujeres en puestos claves, pero cuando Veiras levanta la cabeza, aún ve mayoría de hombres. “Pero eso está cambiando. Creo que se va avanzando de a poco a pesar de que muchos compañeros aún no saben cómo pararse. Todavía persiste el micromachismo. Ojo, tampoco creo que las cosas están siempre bien porque las haga una mujer”.
Durante la entrevista que le hicimos contó que nunca se imaginó periodista (llegó allí luego de empezar la carrera de diseño gráfico y después de un paso fugaz por la de publicidad) pero que ahora, habiendo transitado el oficio, no se imagina haciendo otra cosa. Celebra que Página 12 tenga una marcada línea editorial en contra del Gobierno, aunque defiende profundamente el chequeo de datos y la información confiable. Asegura que no es una militante del kirchnerismo, pero que hoy lo apoya incluso más que en el pasado.
¿La mayor dificultad de su profesión? “Lidiar con la falta de entusiasmo de algunos periodistas que están achanchados y no los apasiona el oficio. Si la noticia te es indiferente es muy difícil ser un buen periodista”.
Nombre: Nora Veiras
Edad: 54 años
Profesión: Periodista
Sector en el que trabaja: Periodismo, como editora general de Página 12
Lugar de Nacimiento: General Rodríguez, Buenos Aires
Lugar en el que desarrolla su actividad: Ciudad de Buenos Aires
1. ¿Cuál es tu motor interior, qué te inspira a hacer lo que hacés?
El desafío de la vida. Saber que nada es para siempre y que todo puede ser. Uno tiene la posibilidad de hacer muchas cosas si el contexto ayuda porque La vida siempre da posibilidades. En cuanto a mi profesión, el periodismo hoy está en una revolución. Primero en una reforma tecnológica, maravillosa y terrible porque todo puede ser cierto y todo puede ser mentira y eso para mi es una oportunidad increíble para el periodista. Se revaloriza nuestro rol como orientadores en una selva. Eso me resulta atractivo.
2. ¿Qué te hace feliz?
El bienestar de la gente que quiero. Un recuerdo feliz… (hace un pequeña pausa y se le humedecen los ojos) diría el orgullo que les generó a mis padres todos mis logros profesionales.
3. ¿Qué cosa no te deja dormir?
Duermo muy bien, no suelo tener problemas. Alguna que otra vez me quedo pensando en una nota que no entró en la edición impresa o algún tema que no llegamos a dar. En esos momentos me levanto y trato de acomodarlo aunque sea en la web.
4. ¿Qué te gustaría cambiar del mundo?
Todo. El mundo no puede ser tan injusto. Es increíble la destrucción del ser humano luego de siglos de historia occidental, más allá de los avances científicos que se lograron en todo este tiempo. Creo que hay que replantear muchas cosas.
5. Cuando eras chica, ¿qué querías ser de grande?
En principio quise ser arquitecta. Yo terminé el secundario en plena dictadura militar y en esa época los arquitectos eran taxistas. En ese momento un profesor me dijo “¿Por qué no estudias diseño grafico?” y eso hice con la intención después de estudiar publicidad. Cuando empecé esa carrera me di cuenta de que la publicidad no tenía nada que ver conmigo porque se apoyaba en una falacia. Me cambié a periodismo y nunca paré. Empecé a trabajar de muy chica. La verdad es que nunca me pensé periodista pero desde que empecé a trabajar nunca me imaginé otra cosa.