Por las bajas temperaturas en lo que va del año ya murieron al menos dos personas en nuestro país, una en Jujuy y otra en Río Negro. ¿Qué podemos hacer para que la lista no se agrande?
Martes 29 de mayo de 2018. En la ciudad de Viedma, Río Negro, amaneció sin vida Valentín Fernández. Lo encontraron acostado contra un rincón del Centro Municipal de Cultura, del lado de afuera, a la intemperie. Murió de hipotermia, después de un largo tiempo viviendo en la indigencia. Fue el primero del año.
Cinco de junio de 2018. La ciudad de San Salvador de Jujuy atraviesa un otoño helado. Cerca de las cuatro de la tarde la policía recibe una denuncia. Se acerca a la zona indicada y encuentra el cuerpo sin vida de Luis, un hombre de 59 años en situación de calle.
“Era pollero, trabajaba todos los días. Su familia se fue a Guatemala y Brasil”, cuenta un conocido suyo -que también vive en la calle- a un diario de Jujuy.
Si bien no se sabe con exactitud la cantidad de personas que viven en situación de calle en el país, según datos del INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) del último semestre de 2017 en nuestro país hay 2,1 millones de argentinos viviendo en la indigencia. Es decir, el 4,8% de la población. En la mayoría de las ciudades argentinas cuando la temperatura baja de 6 grados se puede producir muerte por hipotermia. O más bien, la hipotermia puede desencadenar muchas muertes, ya que es a las personas en situación de vulnerabilidad quienes menos capacidad de resistencia tienen.
Según los médicos consultados, suele suceder así: por el frío se contraen los vasos sanguíneos, se bombea menos sangre y se provoca un paro cardiorespiratorio. Y ya no se despiertan. De todas formas, aclaran que cada caso es particular y depende de su estado de salud previo.
¿Cómo ayudar?
La mayoría de las muertes en la calle suelen ocurrir entre las nueve y las diez de la noche, y entre las tres y las cuatro de la mañana. Según un relevamiento que hizo la Red Solidaria, en el 2007 ocurrieron por frío 67 muertes en 20 ciudades. Fue el año que se creó la campaña Frío Cero. Casi diez años después, en el 2016, hubo 11 muertes. Este año ya se cuentan 2.
La campaña consiste en visibilizar la problemática, avisar cada vez que se ve a una persona en situación de calle, hacer recorridos y entregar abrigos. Sin embargo, lo más importante es empezar por lo básico: si ve a alguien en situación de calle, avise a estos números:
Martín Giovio (voluntario de la Red Solidaria), propone ir un poco más allá. “Lo importante es hacer visibles a esas personas que si no las miramos son solo parte de un paisaje. Todos pueden salir de su casa con un abrigo de más, con una manta, y si ven a alguien en situación de calle entregársela”, dice.
Para él, no es el frío el que mata sino la indiferencia. “Generalmente cuando se ve a alguien en situación de calle lo primero que aparece es el el prejuicio y el miedo al desconocido. Se le suele tener miedo a esas personas, pero cuando conocés sus historia quizás es solo alguien que se quedó sin laburo y está lejos de la familia y nada más”.
“No hay que dejarse llevar por el miedo. Generalmente la reacción cuando uno se acerca es muy positiva. Tal vez pasaron miles de personas por delante suyo y nadie le dijo ni siquiera hola. Hay que romper el miedo a lo desconocido por el bien del otro”, dice.