¡Hola, amigos! Hoy vamos a poner en duda algunos de los rankings de los mejores libros... y los rankings en general. También, por supuesto, damos nuestro propio ranking de los mejores libros.
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Lo que 2019 nos dejó. En general, las listas de los mejores libros del año están hechas por referentes de la cultura o por periodistas culturales. Recomiendan libros de escritoras premiadas como Claudia Piñeiro o Mariana Enriquez y de editores de los suplementos de cultura. ¿Estas listas coinciden con los rankings de los más vendidos? Creo que la respuesta más inmediata sería no, pero veamos en detalle qué pasó en este 2019.
- Qué dicen los diarios. A nivel ranking en medios nacionales, los favoritos más o menos se repiten. De leer todos estos artículos, mi resumen de los más nombrados en no ficción argentina es: El fin del amor de Tamara Tenenbaum (Ariel), Inundación de Eugenia Almeida (Document/A), Historia de una investigación de Enriqueta Muñiz (Planeta), Opus Gelber: Retrato de un pianista de Leila Guerriero (Anagrama).
- Los libros favoritos de ficción locales, los he mencionado bastantes veces en este newsletter: Las malas de Camila Sosa Villada (Tusquets), Vikinga Bonsai de Ana Ojeda (Eterna Cadencia) y Nuestra parte de la noche de Mariana Enríquez (Páginas de Espuma). Mientras que en literatura extranjera, los favoritos son: Desierto sonoro de Valeria Luiselli (Sigilo), La única historia de Julian Barnes (Anagrama), Terra Alta de Javier Cercas (Planeta) y Los testamentos de Margaret Atwood (Salamandra).
- En diarios españoles, los rankings son parecidos, se destacan también los libros de Mariana Enríquez, Valeria Luiselli, Javier Cercas, Julian Barnes y Margaret Atwood, entre otros.
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Qué pasa en las librerías. En cambio, en las listas de los más vendidos de las grandes librerías aparecen otros títulos: Sinceramente de Cristina Fernández de Kirchner (Sudamericana), El precio de la pasión de Gabriel Rolón (Planeta), Lo mucho que te amé de Eduardo Sacheri (Alfaguara), Belgrano: El gran patriota argentino de Daniel Balmaceda (Sudamericana), Breves amores eternos de Pedro Mairal (Emecé) y Decir presente, hacer futuro de Facundo Manes (Planeta).
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Disclaimer. Igual, no quiero ser injusta para probar mi punto. Hay libros que vendieron muy bien y que aparecen tanto en los medios como en las listas de los más vendidos: Terra Alta de Javier Cercas (Planeta), Los testamentos de Margaret Atwood (Salamandra), El fin del amor de Tamara Tenenbaum (Ariel), Los errantes de Olga Tokarczuk (Anagrama) --que ganó el Nobel-- y Tiempos Recios de Vargas Llosa (Alfaguara).
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Si comparamos los recomendados con las ventas en librerías más pequeñas y con enfoque más literario, los favoritos de este año parecen haber sido: Las aventuras de la china Iron de Gabriela Cabezón Cámara (Literatura Random House), Klaus y Lucas, que se reeditó de la mano de Libros del Asteroide, la nueva traducción de Lorrie Moore de ¿Quién se hará cargo del hospital de ranas? (Eterna Cadencia) y Serotonina de Michel Houellebecq (Anagrama). Nombres que han aparecido en los recomendados del año, pero que tampoco fueron los más mencionados.
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Corolario. Como vemos, una vez más, el mercado muestra que tiene su propia verdad, sus propios rankings y sus propias internas, sin importar demasiado lo que digan los artículos de cultura.
Y aquí, los libros de no ficción de la semana:
Formas breves, de Ricardo Piglia, comentado por Silvia Itkin. "Piglia ensayista -que nunca es puramente tal, siempre hay un deslizamiento a la ficción o a su trastienda- es una voz amiga. Se impone, aunque no por timbre ni caudal, sino por precisión. Ilumina como un cazador y a diferencia de este: no atrapa, multiplica. Ya hace veinte años de la primera edición de este libro que pasó por varios sellos. La lectura no envejece (algunos libros, sí). Dice: “La lectura es el arte de construir una memoria personal a partir de experiencias y recuerdos ajenos.” Piglia comparte esa memoria en estas páginas cuando recorre a Macedonio, Gombrowicz, Borges, Puig, Arlt, Chéjov y siguen las firmas. Los párrafos elegidos pertenecen a un segmento -“Los sujetos trágicos”- cuyo origen fue una conferencia sobre literatura y psicoanálisis que dio el escritor en Buenos Aires en 1997, auspiciada por la Asociación Internacional de Psicoanálisis". Aquí, el comentario completo.
El discurso híbrido, de Silvia Ramírez Guelbes, comentado por Adriana Amado. "1. Nadie esperaba que las pantallas nos regresaran a las palabras. Y no por imposiciones normativas, sino por necesidad y con urgencia: sin la escritura es imposible navegar en las corrientes del mundo digital. 2. La escritura nos define: nuestros textos dibujan una trama digital que habla más de nosotros que esa foto retocada que elegimos como avatar en las redes. Nunca como ahora somos lo que escribimos. 3. En estos tiempos, manejar el lenguaje es un derecho humano esencial para adquirir una ciudadanía digital plena. Pero no alcanza ya con saber leer y escribir: hay que hacerlo de modo de ser creído y comprendido". Aquí, el comentario completo.
Hasta acá llegamos por hoy, queridos amigos. Felices días para todos, y si festejan Navidad o Janucá, ¡espero que les regalen muchos libros!
Un abrazo,
Flor.
